La Liga Arabe decidió ayer en El Cairo suspender “con efecto inmediato” la misión de observadores desplegados en Siria, anunció la propia organización, mientras los enfrentamientos y la violencia en ese país siguen cobrando víctimas. “Se decidió la suspensión con efecto inmediato del trabajo de la misión de la Liga Arabe en Siria, a falta de la presentación de esta cuestión ante el Consejo de la Liga”, informó la organización.

En un comunicado difundido en El Cairo, el secretario general de la organización regional, Nabil el Arabi, explicó que “la situación actual, en términos de violencia, no ayuda a preparar el ambiente (que permita) que todas las partes se sienten a la mesa de negociaciones”. El Arabi añadió que se tomó la medida debido al “deterioro peligroso de la situación en Siria y a la continuación del uso de la violencia y del intercambio de disparos y bombardeos que tienen como víctimas a ciudadanos inocentes”.

De acuerdo con el titular de la organización panárabe, esa situación empeora las condiciones de seguridad y prueba que la situación en Siria se encauza por “un rumbo que se aleja de la naturaleza de la misión árabe”, contemplada en un plan que Damasco aceptó en noviembre. El Arabi y el primer ministro y canciller qatarí, jeque Hamad bin Jassim bin Jaber al Thani, anunciaron hoy que aplazaban para mañana su viaje a Nueva York, luego que la reunión del Consejo de Seguridad sobre Siria se trasladó para el próximo martes.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores jordano, Nasser Judeh, justificó la decisión por el “aumento de la violencia” y, “tras consultar con el secretariado general de la Liga Arabe”, lo hizo saber desde su cuenta en Twitter. El subsecretario general del organismo, Ahmed ben Heli, señaló que el centenar de observadores que aún permanecían en Siria suspendieron sus actividades y permanecerán en su hotel de Damasco hasta nuevo aviso.

En tanto, un oleoducto recibió hoy un impacto directo y se incendió mientras las fuerzas militares de Siria bombardeaban un poblado rico en petróleo de la provincia de Deir el Zour, en el este del país, informaron activistas sirios opositores al gobierno. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres y los comités de coordinación local, indicaron que el bombardeo de hoy en el pueblo de Qoriah dejó al menos una persona muerta. Además, la agencia de noticias oficial siria, SANA, denunció la muerte de un niño de 10 años a manos de unos presuntos “terroristas armados”, denominación que el gobierno utiliza para designar a los soldados desertores.

Por otro lado, mientras la oposición informó que unas 15.000 personas se manifestaron en el barrio damasquino de Irbin para exigir la renuncia de Al Assad y miles de personas también salieron a las calles de la localidad de Palmyra, en el sur del país, para protestar contra las autoridades sirias, la agencia oficial SANA repartió ayer fotos de miles de sirios colmando las plazas de Damasco para manifestarle su apoyo a al Assad y repudiar la actuación de la Liga Arabe.

Por su parte, el director de la oficina de la organización iraní del Hayy y Peregrinaje en Siria, informó que once peregrinos iraníes fueron secuestrados ayer en el camino entre Alepo y Damasco, en el centro del país, y que los mismos fueron emboscados por un grupo de hombres armados. El representante iraní, Masud Ajavan, destacó que los peregrinos iraníes secuestrados integraban el contingente que había logrado el permiso de la organización para el Hayy y el Peregrinaje, antes de partir hacia Siria, y que se dirigían a visitar los santuarios chiítas en Irak a través de Siria, reportó la agencia oficial iraní de noticias IRNA. Según esta agencia, “más de 5000 peregrinos iraníes viajaron a Siria en los últimos días”.

Por su parte, rebeldes sirios indicaron ayer que retienen a siete iraníes, cinco de ellos expertos militares, según declaraciones del vicejefe del autodenominado Ejército Libre sirio, compuesto por desertores, el coronel Malek al Kurdi.