Alemania considera que España transita por el camino correcto en la aplicación de un ajuste que descuartiza a la sociedad española del mismo modo que sus antepasados lo hicieron con Túpac Amaru. En su primera escala en Madrid desde que Mariano Rajoy está al frente del Ejecutivo, Angela Merkel ratificó ayer su respaldo al programa de reformas del gobernante Partido Popular. El líder conservador, por su parte, volvió a dejar en el aire la petición de ayuda financiera europea, pero no dejó de reivindicar la autonomía de su gobierno y de los pasos que está dando hacia un futuro cada vez más oscuro para el país peninsular. Ambos mandatarios sonrieron para las cámaras en la capital española y participaron de una conferencia de prensa.

Sin embargo, fuentes del Ejecutivo español manifestaron que el gobierno actuará con calma y prudencia antes de decidir si solicita o no ayuda. También señalaron que tienen pensado estudiar con cuidado el plan del organismo europeo tanto como sus posibles consecuencias para España y para el euro antes de decidir cuál será el rumbo a tomar. Por el momento, señalaron las mismas fuentes, España cumple con las exigencias fijadas en el procedimiento de déficit excesivo en el que está inmersa, por lo que no habría necesidad de nuevas condiciones.

En un pasaje de la conferencia de prensa, Merkel aseguró que no había viajado a Madrid a decirle a Rajoy qué reformas tiene que hacer España. “Creo que todos tenemos que entender que ningún país quiere imponer algo difícil a otro porque sí, no se trata de complicar la vida a los demás”, dijo comprensiva quien más presiona para ajustar el lazo que ahoga a España (también a Grecia). Luego explicó que el objetivo de todos los países es que dentro de veinte años Europa sea un continente al que el resto del mundo tome en serio.

En la misma línea, Rajoy manifestó que al margen de atender las recomendaciones que la Unión Europea (UE) hizo en julio, está adoptando las iniciativas que cree son necesarias para la recuperación económica, la creación de empleo y garantizó que no se comprometió a nada nuevo ni nadie se lo ha sugerido. “Nadie le plantea a un aliado o a un socio las reformas que tiene que hacer”, sentenció con aires soberanos. Durante el almuerzo de trabajo que compartió con la canciller alemana, Rajoy subrayó que España mostró determinación y responsabilidad con la UE al aplicar una profunda estrategia de consolidación fiscal y una agenda de reformas a la que calificó de audaz y sin parangón.

Rajoy evitó pronunciarse sobre la posibilidad de que España solicite ayuda financiera a Europa hasta que tenga alguna novedad. Más tarde, Merkel dijo que en la reunión no habían hablado para nada de posibles condiciones a España para recibir esa ayuda. Sin embargo, dejó en claro que mientras el Banco Central Europeo se responsabiliza de la estabilidad del euro, los gobiernos deben hacer los deberes políticos y aplicar sus reformas de forma creíble.

La canciller alemana reiteró también su compromiso con el euro y apostó por seguir avanzado hacia la unión bancaria y fiscal para tomar decisiones concretas en el Consejo Europeo de diciembre, en línea con el gobierno de Rajoy. Según éste, los dos coinciden en que la presión que sufre la deuda española no responde a los fundamentos de su economía ni a los esfuerzos que está acometiendo el país; ambos están decididos a hacer todo lo necesario para resolver de forma definitiva la crisis del euro y disipar las dudas de los mercados sobre la continuidad de la moneda única.

En tanto, el ministro de Economía español, Luis de Guindos, defendió el duro ajuste presupuestario que está realizando España al intervenir ante empresarios alemanes en un encuentro previo a la crucial visita de Merkel a la capital española. De Guindos recordó a los empresarios alemanes que España asumió el compromiso de pasar de un déficit público del 9 por ciento en 2011 al 3 por ciento en 2014 y subrayó que ese esfuerzo de ajuste es el mayor que haya realizado ningún otro país desarrollado de la OCDE. “España está haciendo ahora lo que Alemania hizo hace diez años”, dijo el titular de Economía y cifró el ajuste español en siete puntos del Producto Interior Bruto (PIB) –70.000 millones de euros– hasta 2014.