El presidente ruso, Vladimir Putin, arremetió contra las Pussy Riot, defendió a Julian Assange y barrió los llamamientos a su país a que cambie de postura respecto de Siria, en una entrevista emitida en el canal público ruso en inglés Russia Today. “¿Por qué es Rusia la única que debería reexaminar su postura? Quizá nuestros socios en el proceso de negociaciones deberían también cambiar su postura”, apuntó el presidente ruso. “Los eventos de los últimos años muestran que ninguna de las iniciativas de nuestros socios acabaron como lo desearon”, observó. “Estados Unidos (y sus aliados) entraron en Afganistán. Ahora sólo piensan en cómo salir de allí. Y ¿qué ocurre en los países árabes, en Egipto, en Libia, en Túnez, en Yemen? ¿Acaso reinan el orden y el bienestar? ¿Y qué situación tenemos en Irak?”, añadió.En cuanto a la política occidental de apoyo a la oposición siria en contra del régimen de Damasco, aliado tradicional de Moscú, “entonces hay que abrir las puertas de Guantánamo y enviar a todos los prisioneros de Guantánamo a Siria, para que luchen, es exactamente lo mismo”, declaró Putin, en una alusión a la base estadounidense en Cuba en la que están detenidos desde 2001 los sospechosos de terrorismo.“Algunos quieren utilizar los combatientes de Al Qaida y de otras organizaciones también extremistas para lograr sus objetivos en Siria (...) Pero no hay que perder de vista que esta gente puede volverse en contra de sus bienhechores”, añadió Putin, cuyo país bloqueó hasta ahora toda resolución de sanción o el recurso a la fuerza en contra del régimen de Damasco en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Preguntado sobre el caso del fundador de Wikileaks, Julian Assange, refugiado desde el 19 de junio en la embajada de Ecuador en Londres para evitar la extradición a Suecia, donde está acusado de violación y de agresión sexual, Putin denunció un asunto “político”.

Las autoridades británicas “decidieron extraditarlo” a Suecia, donde está requerido por delitos sexuales, observó Putin. “¿De qué estamos hablando? Está claro que hay un doble rasero”, añadió, a la vez que indicó que no se había dado ninguna garantía de que no fuera entregado a Estados Unidos. Los dirigentes rusos han expresado en varias ocasiones su simpatía con el fundador de Wikileaks, que por otra parte trabaja para el canal Russia Today realizando entrevistas con distintas personalidades.