El gobierno regional de Cataluña salió a pedir ayer 410 millones de euros más al Fondo de Liquidez Autonómico del gobierno español, cifra que eleva a 5433 millones de euros el total del préstamo estatal solicitado por esa comunidad autónoma. El vocero del Ejecutivo regional, Francesc Homs, dijo que la ampliación del préstamo estatal se destinará a cubrir vencimientos de deuda y al pago de facturas, algunas pendientes desde el mes de julio. Las comunidades autónomas españolas tienen muchas competencias de gobierno, entre otras la gestión de los servicios de sanidad y educación. Debido a la exigencia de reducir el déficit público, las autoridades regionales, igual que el gobierno español, tuvieron que llevar a cabo fuertes recortes presupuestarios, que causaron malestar social.

Las autonomías deben dejar este año el déficit público en un 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, adelantó al 25 de noviembre las elecciones regionales previstas para 2014 para dar paso a un proceso en el que los catalanes decidan sobre su futuro. Y consideró que ha llegado la hora de que esta autonomía ejerza su derecho de autodeterminación para conseguir un Estado propio en una o dos legislaturas.

Antes de adelantar las elecciones, Mas pidió al gobierno que preside Mariano Rajoy un trato fiscal especial para Cataluña, que les permitiera recaudar sus tributos, iniciativa que fue rechazada. Además de Cataluña, Andalucía, Castilla-La Mancha, Canarias, Murcia y Valencia también pidieron préstamos del Fondo de Liquidez Autonómico. Este fondo está dotado con 18.000 millones de euros y pueden acogerse las comunidades autónomas que tengan problemas de financiación, pero con prioridad a los pagos de vencimiento de deuda y a las facturas relacionadas con los servicios a los ciudadanos.

La última ficha que movió el presidente de la Generalitat catalana, en su empeño por centrar la ola soberanista en el debate electoral, tuvo que ver con la publicación de un informe con el que pretende demostrar que sería viable una Cataluña independiente. Las actuales autoridades catalanas consideran que la región distribuye mucho más de lo que recibe a las arcas comunes del Estado español. Según la Generalitat, los aportes catalanes a la Seguridad Social fueron superiores a las prestaciones (en concepto de pensiones y desempleo) recibidas por esta comunidad autónoma.

Cataluña calcula que, en el período 1995-2010, entregó al sistema un total de 24.774 millones de euros, según un documento elaborado por el Departamento de Economía de la Generalitat, dependencia que hace ese cálculo a partir de la liquidación del presupuesto de la seguridad social y de los organismos autónomos, agencias estatales y otras dependencias públicas. La única excepción a esa norma se produjo entre 1995 y 1996 y entre 2009 y 2010, según la Generalitat, ya que debido a la crisis económica subieron las prestaciones pagadas en Cataluña y bajaron las cotizaciones. En el balance sobre lo que aporta y recibe de la seguridad social en ese período, la Generalitat calcula que el déficit de esa autonomía en 2009 fue de 1252 millones y de 2142 millones en 2010, y añade que el déficit de España, si no contase con Cataluña, habría sido en 2009 de 21.932 millones y de 26.317 millones en 2010.

Por otra parte, a las puertas de las elecciones autonómicas que se celebrarán en Cataluña el 25 de noviembre, la primera deserción entre los socialistas catalanes fue la del ex consejero de Educación de la Generalitat Ernest Maragall, hermano del ex presidente de Gobierno Pasqual Maragall. Según el diario Público de España, el que fuera diputado del Parlamento, perteneciera al ala soberanista del Partido Socialista Catalán (PSC) y discrepara en el camino emprendido con el actual secretario general de los socialistas catalanes, Pere Navarro, confirmó ayer su intención de abandonar el partido para fundar otro. Según explicó, tiene pensado impulsar “una organización que puede acabar siendo un partido político”.

No obstante, Maragall aún no comunicó a Navarro su decisión de abandonar el partido pero, según explicó, lo hará de manera inmediata por coherencia con su intención de participar en otro proyecto político. Su salida no se conoció hasta ayer, porque fue entonces cuando un grupo de militantes del PSC protagonizó un acto privado en el centro cultural barcelonés de Can Fabra, en el que se decidió crear el nuevo partido. El político catalán señaló que el embrión de la iniciativa está en el manifiesto Declaració d’Octubre, redactado por la autodenominada corriente Nova Esquerra Catalana, que reclama la construcción de “una izquierda fuerte mayoritaria para una Catalunya constituyente”. “Se trata de recuperar la confianza ciudadana reafirmando el autogobierno y desde la izquierda, para hacer frente así a la hegemonía del nacionalismo conservador”, recalcó el funcionario.