Viernes, 31 de enero de 2014 | Hoy
EL MUNDO › REEMPLAZO AL MINISTRO DE SALUD Y A SU JEFA DE GABINETE
La jefa de ministros, Gleisi Hoffmann, ocupará su escaño en el Senado para el que fue electa en 2010, mientras que el titular de Salud, Alexandre Padilha, se ocupará de su campaña a gobernador del estado de San Pablo.
La presidenta Dilma Rousseff anunció ayer la sustitución de dos de sus ministros más cercanos, la jefa de Gabinete y el titular de Salud, en el comienzo de cambios en su equipo de gobierno de cara a las elecciones de este año. La jefa de ministros –que en Brasil recibe el nombre de jefa de la Casa Civil–, Gleisi Hoffmann, ocupará su escaño en el Senado para el que fue electa en 2010 y desde el que podrá prepararse para disputar la elección como gobernadora del estado sureño de Paraná, mientras que el titular de Salud, Alexandre Padilha, se ocupará de su campaña a gobernador del estado de San Pablo. Hoffmann será sustituida por el actual titular de Educación, Aloizio Mercadante, mientras que el médico Arthur Chioro, secretario de Salud del municipio de Sao Bernardo do Campo, ocupará la cartera de Salud. El Ministerio de Educación quedará a cargo de José Henrique Paim, quien en los últimos años se desempeñó como secretario ejecutivo –viceministro– de esa misma cartera. El cambio de gabinete busca además dar participación en el gobierno a los partidos aliados de la presidenta.
El pasado 18 de diciembre, Rousseff había anunciado una reforma en su gabinete entre enero y marzo de 2014 para sustituir a los ministros que pretendan disputar las elecciones legislativas y regionales. Varios de los miembros del gabinete anunciaron su intención de ser candidatos a gobernador de sus respectivos estados o a escaños en la Cámara de Diputados o en el Senado, para lo que tienen que renunciar a sus cargos seis meses antes de las elecciones y así no quedar inhabilitados.
Los dos ministros salientes son miembros del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), de Rousseff, al igual que sus reemplazantes, mientras que el nuevo titular de Educación es considerado un técnico sin vinculación partidaria. Los nuevos ministros asumirán sus cargos el lunes.
Chioro llega al cargo en medio de una controversia por ser propietario de una empresa que brinda servicios de asesoría en salud a varios municipios brasileños. Partidos de oposición y medios de comunicación señalaron que su condición de ministro es incompatible con la del servicio de asesoría, lo que lo obligó a suspender la operación de la empresa mientras ocupe el ministerio.
Por su parte, Mercadante –un economista y fundador del PT– se convertirá en mano derecha de la presidenta y será responsable del funcionamiento del gobierno desde su nuevo cargo como jefe de Gabinete. En el último año de-sempeñó informalmente el rol de asesor de Rousseff en diversos asuntos y llegó a acompañarla en sus recientes encuentros con representantes del Comité Olímpico Internacional y de la FIFA.
El futuro ministro fue el coordinador de las tres primeras campañas presidenciales de Luiz Inácio Lula da Silva: las de 1989, 1994 y 1998. Fue elegido senador en 2002, precisamente cuando Lula logró conquistar la presidencia, y en los años siguientes se dedicó a defender las posturas del gobierno en el Congreso. En el 2010 fue candidato a gobernador de San Pablo, pero fue derrotado por Geraldo Alckmin, del rival Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). El PT nunca gobernó el estado de San Pablo, principal fortín del PSDB y con la candidatura de Padilha aspira a controlar la región más influyente, cuya capital homónima pasó a ser gobernada por el oficialismo en 2013, con Fernando Haddad.
Otros ministros que podrían dejar sus cargos son los de Desarrollo Agrario, Pepe Vargas, que intentará su reelección como diputado; y el de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel, señalado como posible candidato a gobernador del estado de Minas Gerais, otro reducto político del PSDB.
La reforma ministerial podría llegar a abarcar entonces 13 de los 39 cargos ministeriales en el gobierno y podría llegar a incluir a 10 de los 13 partidos de la base de apoyo a la administración de Rousseff en el Congreso. En el sistema multipartidista de Brasil, donde hay más de 20 partidos representados en el Congreso, la reforma ministerial coincide con un momento en que las diferentes fuerzas articulan alianzas con miras a llegar con un mayor número de aliados a los co-micios de octubre, en los que se escogerá presidente, 27 gobernadores, dos tercios del Senado y la totalidad de la Cámara de Diputados.
Bajo las leyes electorales del país, cada partido dispone de espacios gratuitos de radio y televisión para promover su candidatura, por lo que la formación de coaliciones permite a los candidatos acumular tiempo para promover sus candidaturas. El tiempo es asignado a cada partido de acuerdo con los votos obtenidos en la última elección.
El Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), aliado a Rousseff, reclama al menos un cargo de alto nivel adicional a los cinco ministerios que actualmente ocupa, al sentirse mal representado en comparación con el PT, que ocupa 18 ministerios pese a que ambos partidos tienen bancadas parlamentarias de similar tamaño. Los cargos ministeriales dan visibilidad a los partidos, en especial a aquellos con mayores presupuestos, como Educación y Salud, que les permiten distribuir cargos entre aliados.
Se espera la renuncia de ministros de otros partidos de la coalición oficialista como el de Ciudades, Aguinaldo Ribeiro; el de Turismo, Gastao Vieira, y el de Agricultura, Antonio Andrade. Las elecciones generales están previstas para el 5 de octubre, cuando 140 millones de brasileños concurrirán a las urnas para elegir presidente de la República, gobernadores, diputados y senadores.
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