Domingo, 24 de agosto de 2014 | Hoy
EL MUNDO › INSTO A ISRAELIES Y PALESTINOS A REGRESAR A LAS CONVERSACIONES
Según el portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, Asraf al Qedra, en una nueva jornada de violencia nueve personas murieron en total y cerca de 40 resultaron heridas en ataques contra diferentes inmuebles en toda la Franja.
Egipto pidió ayer un alto el fuego indefinido en la Franja de Gaza, instando a israelíes y palestinos a regresar a las conversaciones indirectas en El Cairo, en medio de las hostilidades entre las partes. El presidente palestino, Mahmud Abbas, insistió en la necesidad de alcanzar una solución definitiva al conflicto y a las demandas de la causa palestina. En tanto, un ataque aéreo israelí contra una casa en el centro de Gaza mató a dos mujeres, dos niños y un hombre, de acuerdo con los médicos de la Media Luna Roja. Otras seis bombas afectaron una casa en el barrio Zeitoun, causando graves daños y heridas a al menos cinco personas, informó la policía local. Según el portavoz de Ministerio de Salud de la Franja, Asraf al Qedra, nueve personas murieron en total y cerca de 40 resultaron heridas en ataques contra diferentes inmuebles en toda la Franja.
Además de los bombardeos en el centro y el sur de la ciudad, la aviación israelí atacó con dos misiles un edificio de departamentos de doce pisos. La explosión sacudió todos los edificios circundantes. Aiman Sahabani, director de la sala de emergencia en el hospital Al Shifa, informó que entre los heridos había cinco mujeres. El ataque representa un nuevo signo de endurecimiento tras el fracaso de las conversaciones en Egipto para una tregua. Horas antes, la cancillería egipcia instó a Israel y Hamas a reanudar las conversaciones indirectas y acceder a un cese de fuego por tiempo indefinido.
Abbas, que llegó el viernes por la noche a El Cairo procedente de Doha, se entrevistó ayer con su par egipcio, Abdelfatah al Sisi. “Lo que nos interesa ahora es frenar el derramamiento de sangre, y cuando se detenga tiene que empezar el apoyo humanitario y la reconstrucción de la Franja de Gaza bajo supervisión internacional”, expresó el mandatario de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Una vez consolidada la tregua es el momento, según Abbas, de abordar “todas las reivindicaciones”, algo que se contradice con la postura de Hamas, que exige que primero se atiendan sus demandas. Las conversaciones se estancaron después de que Israel pidiera la desmilitarización de Hamas y otras facciones de Gaza, hecho que condiciona una tregua al fin del bloqueo.
Un alto el fuego temporal se derrumbó a principios de esta semana, llevando las conversaciones a su fin y tirando por tierra las expectativas de finalizar un conflicto en el que más de 2090 palestinos –entre ellos unos 500 niños– y 68 israelíes –cuatro de ellos civiles– murieron desde su inicio el 8 de julio. Entre los israelíes muertos hay un niño de cuatro años cuyos abuelos son argentinos. El ataque que provocó su muerte ocurrió anteayer en el Néguev occidental, cerca de la frontera con Gaza, cuando un proyectil impactó sobre su casa en un kibutz del de-sierto del Néguev.
Mientras tanto, el movimiento islamista Hamas firmó un compromiso de apoyar a cualquier intento palestino de apelar a la Corte Penal Internacional (CPI). La aceptación palestina de la jurisdicción del tribunal podría exponer a Israel –así como a Hamas– a ser investigados por crímenes de guerra. El mes pasado, Abbas dijo que no haría nada sin el consentimiento por escrito de todas las facciones palestinas y logró el apoyo de todos los grupos representados en la Organización de Liberación de Palestina (OLP). Hamas, que no es miembro de la OLP, había dicho que analizaría la idea.
La decisión del movimiento islamista de apoyar la iniciativa se produjo después de las reuniones del jueves y el viernes en Qatar entre Abbas y el líder
de Hamas en el exilio, Khaled Meshaal. Si Abbas acude a la corte, Israel podría ser investigado por sus acciones en la actual guerra de Gaza, así como por décadas de construcción de asentamientos en las tierras palestinas ocupadas. Asimismo, Hamas podría ser investigado por el lanzamiento indiscriminado de misiles contra Israel desde el año 2000. Izzat Rishq, un alto funcionario de la organización, aseguró ayer que no temen convertirse en objeto de una investigación de crímenes de guerra e instó a Abbas a actuar tan pronto como sea posible. “Estamos bajo la ocupación, con ataques diarios y nuestros combatientes defienden a su gente”, dijo.
Moussa Abu Marzouk, un alto líder de Hamas que participó en las reuniones, confirmó en su cuenta de Facebook que la organización firmó el apoyo que Abbas había solicitado. Sin embargo, la Jihad Islámica, una de las facciones que combaten en Gaza que tampoco es miembro de la OLP, declaró que no aprueba ir a la Corte Internacional.
Analistas internacionales consideran que Abbas probablemente está esperando las conclusiones de una comisión nombrada por la ONU para investigar posibles crímenes de guerra en la Franja, antes de pasar a la corte. La CPI se convirtió en una opción para Abbas en 2012, luego de que la Asamblea General de la ONU reconociera a Palestina como un Estado observador no miembro, lo que abrió la puerta a la solicitud de la jurisdicción del tribunal en Palestina.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no realizó ningún comentario pero es sabido que Israel se opone a la participación de la corte, porque considera que Israel y Palestina deben hacer frente a sus problemas directamente. Durante el conflicto, los grupos armados de Gaza dispararon más de 3800 cohetes y proyectiles de mortero contra Israel, mientras que este país lanzó unos 5000 ataques aéreos en Gaza, según datos del ejército.
Israel señaló que sus objetivos militares son los sitios vinculados a militantes, incluyendo lanzacohetes y armas, sin embargo, la ONU y el Ministerio de Salud palestino señalaron que las tres cuartas partes de los muertos en Gaza son civiles.
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