Domingo, 27 de septiembre de 2015 | Hoy
EL MUNDO › EN UNA ELECCION DECISIVA, HAY POCO MAS DE CUATRO MILLONES DE CATALANES HABILITADOS PARA ELEGIR
La elección del nuevo gobierno de Cataluña se convirtió en un voto que, leído en clave plebiscitaria, podría decidir si la región se queda o no dentro de España. La coalición independentista lidera las encuestas, seguida por los españolistas.
Por Flor Ragucci
Desde Barcelona
La maratón política en Cataluña llega a su primera meta hoy, con las elecciones autonómicas más arriesgadas de su historia. Aunque parte de la sociedad civil y de los partidos procuraron evitarlo, los comicios del 27-S se acabaron leyendo en términos de referéndum por la independencia. El debate que centró la campaña –sobre todo a lo largo de la última semana– fue el de las posibles consecuencias de una Cataluña separada del resto de España, con dardos cargados de argumentos económicos, históricos o sentimentales rasgando una y otra bandera.
El viernes fue el cierre de la campaña meteórica que en tan solo quince días recorrió la región de punta a punta y acaparó medios de comunicación tanto locales como nacionales. Con todavía un alto porcentaje de indecisos, los partidos volcaron la energía que les quedaba para convencer a este sector que resultará clave en los resultados del domingo. La lista que aglutina a las formaciones independentistas Convergència Democrática de Catalunya (CDC) y Esquerra republicana (ERC) –Junts pel Sí– fue la que, sin duda, arrasó en la jornada final de campaña con un acto que consiguió reunir a 70 mil personas y que sus organizadores califican como el mitin “más masivo de los últimos años en Europa”.
La espectacular Fuente de Montjuïc de Barcelona sirvió de telón para una clausura que –en sintonía con el discurso y el resto de campaña de la lista independentista– no podía carecer de épica. Oriol Junqueras, líder de ERC, arrancó su intervención contando una anécdota sobre su abuelo que le quebró la voz y, emocionado, continuó: “Durante mucho tiempo me he dedicado a explicar historia y resulta que ahora estamos haciendo historia, la más bonita de un pueblo, la de la libertad”. En el mismo tono, Junqueras le pidió luego a la gente que “nunca más se conforme con frases como ‘Vale más pájaro en mano, que cien volando’”, porque “nuestro objetivo y nuestro compromiso no se satisface ni con uno ni con cien pájaros. Queremos volar con libertad, no nos conformaremos con menos”, remarcó.
El actual presidente de la Generalitat (gobierno de Cataluña) y de CDC, Artur Mas, puso el énfasis en la “inmensa capacidad de movilización y el mejor ejemplo del mundo” que según él está dando su región y Raül Romeva –quien, en realidad, encabeza la lista de Junts pel Sí– lo apoyó, subrayando que “la gente ha salido de su espacio de confort para sumar y que, por eso, la del domingo será la victoria de todos”. En su llamamiento al voto, el representante de la confluencia enumeró las razones por las que el nuevo estado catalán debería traer una vida mejor a sus ciudadanos: “Estas urnas nos llevan a la prosperidad económica, a la justicia social, a la igualdad de oportunidades, nos llevan a la esperanza y a la libertad”. En su última intervención, el candidato concluyó con una frase que despertó la euforia de la multitud que lo escuchaba: “Una nación sin conciencia no tiene alma, y sin alma, una nación no tiene futuro”.
En Hospitalet de Llobregat –ciudad vecina a la capital y la segunda mayor de Cataluña– cerró la campaña la lista que integra Podemos, Catalunya Sí Que es Pot (CSQP) con un acto que también contó con afluencia masiva. Unas 3500 personas se congregaron para apoyar al líder de la formación, Lluís Rabell, y a Pablo Iglesias, quien estuvo presente en la mayoría de mitines de estos quince días. Rabell proclamó que desde CSQP no quieren “renunciar a nada”, a diferencia de lo que, asegura, ocurrirá a los catalanes si Artur Mas reedita la presidencia de la Generalitat.
Siguiendo con el que fue el eje de su campaña, los candidatos de CSQP defendieron el derecho a decidir y la celebración de un referéndum de autodeterminación “acordado” con el Estado. “Señor Mas, nosotros no tenemos problemas con la democracia, pero el derecho a decidir es para decidir cualquier cosa, le guste a usted o no”, afirmó Pablo Iglesias, para quien “no es posible” construir una “Cataluña soberana” con “consejeros de Convergència”.
A pesar de las malas expectativas que le dan las encuestas –los últimos sondeos sitúan a la formación de Iglesias en un tercer lugar después de Junts pel Sí y los españolistas Ciudadanos– el líder de Podemos insistió en que es posible “cambiar el guión el domingo y evitar un gobierno que ha aumentado la desigualdad en un 21 por ciento” y aprovechó para remarcar la fuerza que le insufló el primer ministro griego, Alexis Tsipras, al pedir el voto para CSQP a través de un tuit.
La plaza de un barrio obrero de Barcelona, Virrey Amat, fue el lugar elegido para concluir la campaña por Ciudadanos, el partido que se disputa con Podemos la lanza de ruptura del tradicional bipartidismo en España. Ciudadanos apuesta –como el grupo de Pablo Iglesias– por una renovación democrática pero lo hace desde el otro extremo del arco político, desde el lado neoliberal. “En estos barrios donde se gestó la transición democrática, esta Barcelona de gente trabajadora, hoy si nos tomamos fuerte de la mano no nos van a tirar por el precipicio”, proclamó el número uno de Ciudadanos. La idea de “acabar con la España de dos bandos” es la que articuló gran parte de su mensaje. “Votamos para volver a cuando nos sentamos en la misma mesa y tuvimos los mejores 35 años de paz y prosperidad. No hay que inventar nada, hay que recuperar el camino que hemos perdido”, exclamó Rivera.
Haciendo gala de músculo gracias a las últimas encuestas que lo vaticinan como segunda fuerza, tras Junts Pel Sí, Rivera insistió en que “están a un paso de cumplir el sueño de una Cataluña nueva” y por eso movilizó al auditorio a “conjurarse” para expresar con el voto que quieren “seguir teniendo los ahorros tranquilos en los bancos, el pasaporte y las pensiones españolas”. Finalmente, para convencer a los que aún están indecisos, el líder de Ciudadanos advirtió que ellos son los únicos que “pueden frenar a los de Mas”.
El Partido Popular (PP) no se quedó atrás en “efectos especiales” para el último gran acto de campaña, con la presencia del ex presidente francés, Nicolás Sarkozy, como invitado estelar. “Europa y Francia necesitan una España fuerte y unida. Viva Cataluña y visca España”, proclamó mezclando español y catalán. El dirigente francés se dirigió a Mariano Rajoy como “amigo” y no cesó de expresarle “que estará al lado del PP las veces que haga falta”, remarcando que las elecciones del 27-S son un “problema” no sólo para Cataluña y España, sino para toda Europa”.
Por su parte, Miquel Iceta, el candidato por el Partido Socialista Catalán (PSC) terminó la campaña como la empezó, bailando. Después de la fama que adquirió el presidenciable gracias a un baile que se marcó en uno de sus primeros actos, este viernes –en lugar de un mítin final– su partido celebró una fiesta en un club, con la convocatoria “Ven a bailar con Miquel Iceta”. El líder de los socialistas a nivel nacional, Pedro Sánchez, también estaba encantado con la idea y, además de lanzar su lema “sí convivencia, no independencia” –abogando por su propuesta federal–, lanzó: “En un mundo de la política tan antiguo y antipático, celebro que se pueda hacer política con fundamento a ritmo de Queen y Tina Turner”.
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