“Cristina, Cristina, una foto, mi marido es veterano de Malvinas”, le gritó Adriana a la Presidenta cuando bajó del auto que la llevó al hotel desde el aeropuerto JFK, donde aterrizó cerca de las once de la mañana de ayer. La pareja de argentinos que estaba de paseo en Nueva York se llevó la selfie de trofeo y Cristina Fernández de Kirchner subió hasta su habitación en el piso 54 del Mandarin Oriental. Allí se quedó preparando su intervención en la Asamblea de las Naciones Unidas, que realizará mañana y aprovechó para contestar a través de las redes sociales a notas periodísticas sobre la declaración jurada de su hijo, Máximo Kirchner (ver página 2). Hoy, CFK participará de la cumbre de Equidad de Género y Empoderamiento de la Mujer.

La Presidenta llegó a Nueva York acompañada de unos pocos funcionarios: el canciller Héctor Timerman, el secretario de Legal y Técnica y candidato a la vicepresidencia Carlos Zannini, el titular de la Agencia Federal de Información (AFI), Oscar Parrilli, y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro. Aquí la esperaban las embajadoras ante Estados Unidos Cecilia Nahón y ante las Naciones Unidas Marita Perceval.

El ministro de Economía Axel Kicillof llegará hoy desde Buenos Aires para sumarse a la comitiva.

Este año, las Naciones Unidas celebran su 70 aniversario. El organismo internacional fue fundado oficialmente el 24 de octubre de 1945, después de que la mayoría de sus 51 miembros de entonces (ahora son 193) ratificara la carta. Junto con la Asamblea General se están llevando a cabo la Cumbre para el Desarrollo Sostenible y la Cumbre sobre Equidad de Género y Empoderamieto de la Mujer. Esta última se realiza en ocasión del 20 aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer que se hizo en Beijing en septiembre de 1995, en la que hubo 17 mil participantes y 30 mil activistas. Allí, que representantes de 189 gobiernos consiguieron negociar obligaciones que se tradujeron en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. Hoy será la primera vez que en el marco de Naciones Unidas se realizará un compromiso sobre mujeres y niñas a nivel de jefes de Estado. El encuentro, del que participará CFK, lo encabezarán el presidente de China Xi Jinping y el secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon.

CFK y el papa Francisco se cruzaron ayer en el aire. Mientras la Presidenta llebaba a Nueva York, Jorge Bergoglio se encontraba viajando a Filadelfia para liderar el Encuentro de las Familias, última parada de la gira que realizó por Cuba y Estados Unidos. Si bien en el Central Park casi no quedaban ayer vestigios de la multitudinaria procesión del viernes, en la que 80 mil personas esperaron para saludar y levantar sus teléfonos cerca del Papa, algunas palabras de Franciso seguramente tendrán eco en los presidentes que hablen en la Asamblea de la ONU el lunes. La contaminación y el cambio climático, asuntos que fueron abordados por Bergoglio el viernes en el organismo internacional, ya son parte de la agenda de este año. La crisis de los refugiados y los derechos de los inmigantes, visibilizados luego de la publicación de la foto del niño sirio Aylan Kurdi muerto en una playa de Turquía, serán también mencionados por los jefes de Estado.

Francisco, además, se refirió a dos temas de importancia para la Argentina a los que la Presidenta hace alusión todos los años en la ONU: la reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que los países tengan equidad en las decisiones cruciales y no haya cinco potencias con poder de veto, y la necesidad de velar porque los países menos desarrollados no sean víctimas de la usura del sistema financiero internacional, lo que provoca pobreza, exclusión y dependencia.

En esta línea, se descuenta que CFK hablará también del marco regulatorio para la reestructuración de las deudas soberanas, votada por el organismo internacional hace tres semanas por impulso de Argentina. Este instrumento establece un límite para el accionar de los fondos buitre y recibió e la ONU el apoyo de 136 votos a favor. Hubo 41 abstenciones y seis rechazos.

Hay otros dos asuntos que la Presidenta menciona todos los septiembres en el foro internacional y sobre los que volverá este año. Uno es la reivindicación de la soberanía sobre las islas Malvinas y, sobre todo, la convocatoria para que el Reino Unido acepte establecer un diálogo sobre el tema de acuerdo a las resoluciones de la ONU. El otro es el atentado contra la sede de la AMIA. CFK reclamó durante años en la Asamblea General que el gobierno de Irán colaborara con la Justicia argentina para esclarecer el ataque a la mutual judía y que pusiera a disposición a los ciudadanos de su país que estaban acusados. Ofreció, también en la ONU, hacer un juicio en un tercer país y abrir cualquier negociación que pudiera destrabar la investigación. Se sabe que se abrió un diálogo que terminó con la firma del Memorándum de Entendimiento, que luego fue cuestionado por entidades de la colectividad judía y la Justicia argentina. Y que a principios de año el fiscal Alberto Nisman presentó una denuncia por encubrimiento contra la Presidenta y el canciller. Esa presentación fue desestimada por la Justicia y la muerte del fiscal dejó nuevos interrogantes. La sola posibilidad de dialogar con Irán implicaron críticas para el gobierno argentino, pero en el transcurso de este último año se oficializó también el acuerdo que Estados Unidos, junto a China, Reino Unido, Francia, Rusia, Alemania y la Unión Europea hicieron con Teherán con el objetivo de detener su desarrollo nuclear. Es de esperar, que como en otras oportunidades, CFK mencione este hecho.