Mientras la noticia de la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán daba la vuelta al mundo, los hijos del poderoso jefe del cartel de Sinaloa explotaron en las redes sociales contra el gobierno mexicano. La lluvia de amenazas de los herederos del capo narco se desató tras el anuncio emitido por el presidente de México, Enrique Peña Nieto. “Misión cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido”, escribió el jefe de Estado desde la residencia de Los Pinos en Twitter.

La respuesta del hijo mayor del narcotraficante, Iván Archivaldo Guzmán, no tardó en llegar. “¡Chinga tu madre, pinche lacra corriente!”, respondió a través de la misma red social. “No saben lo que hicieron ni en qué broncas se metieron”, agregó el primogénito, de 31 años. Además, agregó leña al fuego al deslizar la posibilidad de que su padre pueda volver a fugarse. “Todo lo que sucedió una vez puede que no suceda nunca más, pero todo lo que sucede dos veces sucederá, ciertamente, una tercera”, escribió. “Ven a mi padre como un trofeo cuando debería ser acabar con los secuestradores extorsionadores y el hambre pinche gobierno mierda”.

El otro heredero del “imperio” construido por el capo narco, Alfredo Guzmán, de 29, también reaccionó en forma agresiva ante la detención de su padre, quien fue ubicado nuevamente en el penal de El Altiplano, una cárcel de máxima seguridad ubicada cerca de la ciudad de México, la misma desde donde se fugó hace seis meses. “Por las buenas puedo ser un santo, pero por las malas soy veneno y el gobierno sabrá de los Guzmán muy pronto”, advirtió.

Tal vez como una pequeña muestra social, este último posteo de uno de los hijos del principal narcotraficante, sobre quien pesan múltiples condenas por asesinatos y otros delitos, fue retuiteado 4879 veces, mientras que 9787 personas indicaron que les gusta. “Y como dijo mi papa... mientras yo falte, está Iván Archivaldo para respetarle, así que habiendo vida hay esperanza plebes”, escribió luego en Twitter.

Iván y Alfredo Guzmán Salazar se encuentran bajo la mira del gobierno de los Estados Unidos desde hace seis meses, cuando su padre los designó junto a su mano derecha, Dámaso López Núñez, para manejar el cartel de Sinaloa durante su ausencia. Ambos jóvenes son señalados por sus vínculos con el tráfico de drogas y lavado de dinero por la oficina de la lucha contra las drogas estadounidense, la DEA.