EL MUNDO › NUEVAS PRUEBAS DE MALTRATOS
Y todavía hay más
Por David Randall
y Andrew Buncombe *
Desde Londres y Washington
Ayer salió a la luz una nueva evidencia incriminatoria del abuso de soldados norteamericanos contra detenidos en una segunda prisión iraquí. Detalla el modo en que prisioneros fueron “maltratados sistemática e intencionalmente” en una base militar en Mosul, culminando en una muerte. Nadie ha sido sometido a tribunales militares en torno de estos abusos.
Una investigación de un oficial de Estados Unidos después que le rompieran la mandíbula a un prisionero iraquí halló que los prisioneros fueron obligados a realizar ejercicios físicos agotadores hasta que se desmayaban, privados de sueño, sometidos a escuchar una ensordecedora música del tipo heavy metal y se les soplaba humo de cigarrillo dentro de sus capuchas. Un soldado dijo que las tropas “hostigaban siempre a los detenidos”, y otro, que por momentos “los detenidos se asustaban tanto que se meaban encima”.
Finalmente, en diciembre de 2003, un prisionero murió después de cuatro días de ejercicios físicos punitivos, según los documentos. Estos últimos fueron obtenidos por la Unión Americana de Libertades Civiles bajo el Acta de Libertad de Información y permiten establecer que el maltrato a prisioneros iraquíes no estuvo confinado a la tristemente célebre prisión de Abu Ghraib, donde el abuso y la humillación sexual a los prisioneros causó indignación mundial el año pasado. La prisión de Mosul fue administrada por el Batallón de Inteligencia Militar 311 de la 101ª División Aerotransportada.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.