SOCIEDAD › COMO ERAN LAS RELACIONES ENTRE NOZZI Y MENOCCHIO
La amistad de El Tano y El Gusano
Prófugo de la Justicia paraguaya, el acusado de homicidio vivió cuatro meses en el country de su víctima. El misterio de los 100.000 dólares y el cuento del tesoro enterrado. ¿Una mejicaneada o un negocio de drogas?
Por Raúl Kollmann
A Claudio Nozzi lo mataron de cinco tiros en el yate Trasulag II para robarle 100.000 dólares. Los amigos del productor admiten que el asesino, Raúl Menocchio, estuvo viviendo cuatro meses en casa de Nozzi –un country de Pacheco– y lo convenció de hacer una expedición de doble objetivo a la frontera con Paraguay. Por un lado, Menocchio decía que irían a buscar 40 millones de dólares que tenía enterrados en una finca de ese país, producto de una maniobra contra un conocido político paraguayo. Al mismo tiempo, Nozzi habría llevado los 100.000 dólares para realizar una operación de lavado de dinero que Menocchio le propuso. Sin embargo, los investigadores creen a medias en esta versión: piensan que los 100.000 dólares eran para comprar droga y luego venderla en el país. Lo concreto es que todo fue un engaño. El Gusano, como le dicen a Menocchio, estaba sin dinero, planeó y ejecutó el asesinato para quedarse con los 100.000 dólares. Lo único que falló en su estrategia fue que por milagro apareció el cuerpo flotando en el río.
Hace dos años, Menocchio era un empresario opulento. Era propietario de varias empresas de cable de Paraguay y, según dicen los allegados de Nozzi, se las vendió a la empresa argentina Multicanal. Esa operación es hoy motivo de un juicio entre las dos partes: Menocchio dice que no le pagaron lo que correspondía y la gente de Multicanal, que niega la falta de pago, afirma en cambio que había un largo listado de abonados que no existían en la realidad, por lo cual fueron defraudados.
En aquel momento, Menocchio era famoso por las orgías que organizaba con cualquiera que le fuera a proponer un negocio. Tenía contratadas diez o doce prostitutas y travestis, y ofrecía en su vivienda de 1200 metros cuadrados increíbles cantidades de cocaína que llevaba muchas veces en una bolsa de supermercado. La vida del Gusano se terminó de complicar cuando en agosto asesinó a un empresario, Eduardo Maciel, y a su novia Graciela Méndez. El crimen fue sórdido: metió a la pareja en sendos tambores de lata, los rellenó con cemento y los tiró en un lago. Estando prófugo en la Argentina, en explicaciones que dio en algún momento de debilidad, reconoció que cometió el asesinato porque se enfureció con Maciel a raíz de que éste le debía dinero.
Nozzi conocía a Menocchio desde hacía mucho tiempo por su relación con el negocio del cable. El Tano –apodo de Nozzi– fue gerente de HBO Olé y tenía relaciones con El Gusano por sus cables paraguayos. Ambos se hicieron en aquel momento compañeros de aventuras. Tras el doble crimen de Asunción, Menocchio se refugió en la vivienda de Nozzi en el country de Pacheco. Allí fue presentado a todo el mundo como Hugo Jara y, según afirman los amigos del Tano, el Gusano le juró y perjuró a Nozzi que era inocente, que no había cometido los asesinatos de Asunción y que en realidad era un perseguido político, entre otras cosas porque se había quedado con 40 millones de dólares de un poderoso hombre de la política paraguaya. Nozzi lo escondió durante cuatro meses, corriendo con todos los gastos. A partir de allí entran en juego distintas versiones aportadas por quienes conocían muy de cerca al Tano:
u Nozzi estaba apasionado con la posibilidad de producir tres películas, a un costo de un millón de pesos cada una. Necesitaba por lo tanto un millón de dólares, que no estaba dispuesto a sacar de sus ahorros.
u Menocchio le propuso a Nozzi realizar una expedición al Paraguay para buscar los millones de dólares que supuestamente tenía enterrados en una finca.
u Y, además, hablaron de una operación de lavado de dinero para la cual había que invertir 100.000 dólares, según Nozzi le comentó a un conocido.
u Todo eso explicaría la compra del yate Trasulag II, para la cual Nozzi entregó dos autos, una cantidad de dinero y firmó 15 pagarés de 10.000 dólares. Desde la nave, anclada en una zona caliente frente a Paraguay, se haría la incursión a tierra guaraní.
Allegados al Tano confirman que de sus cuentas faltan justamente 100.000 dólares, lo que indica que sacó ese dinero para alguna operación y que seguramente llevaba ese monto encima cuando lo asesinaron. Paralelamente, quienes conocen bien a Menocchio afirman que éste ya estaba sin fondos: en Paraguay, por otra causa, tenía la posibilidad de pagar una eximición de prisión de 50.000 dólares, pero no lo hizo, algo impensado en otros tiempos.
Quienes investigan casos de narcotráfico descreen de la versión de que Menocchio embaucó a Nozzi con los 40 millones enterrados o la operación de lavado de dinero. En este último caso nadie encuentra razón por la que se necesitarían los 100.000 dólares. Esos investigadores creen, en cambio, que lo más probable es que lo que estaba en marcha era una operación de compra de cocaína y que Menocchio le mejicaneó el dinero a Nozzi, asesinándolo. El Gusano, con la falsa identidad de Hugo Jara, tenía pensada una estrategia: le colgó al cuerpo de Nozzi un tridente que haría que el cadáver nunca se encontrara y la explicación que daría era que el Tano se fue a Paraguay y nunca supo más nada. El grave problema es que tiraron el cuerpo en una zona donde hay habitualmente una bajante fuerte, el tridente se soltó y el cuerpo terminó apareciendo. Menocchio mantuvo su coartada diciendo que Nozzi se fue a Paraguay, pero las pericias lo hundieron: se comprobó que le metieron cinco tiros en el sillón del yate y la jueza Laura Varela les va a imputar el crimen a él y a sus acompañantes. Queda flotando en el aire una pregunta: ¿dónde está el dinero? En realidad Menocchio tuvo tiempo de esconderlo, pero al principio se dijo que en la embarcación se encontraron 70.000 dólares, mientras que luego se afirmó que ese dato no era cierto, que sólo se hallaron 7000.