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A 17 días de las elecciones presidenciales, el gobierno provisional de Eduardo Rodríguez está más cuestionado que nunca por la izquierda. Enfrenta dos acusaciones formales –y quizás eventualmente dos juicios– por el caso de los 28 misiles donados por China que fueron entregados a Estados Unidos para ser desactivados, y por el fracaso de la migración de los contratos petroleros al nuevo marco regulatorio de hidrocarburos. El Movimiento al Socialismo, de Evo Morales, presentó ayer una acusación para iniciar un juicio de responsabilidades al presidente y a su ministro de Defensa por mentir sobre las razones por las que los misiles fueron desactivados. El otro frente judicial contra Rodríguez es el que abrió el dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares, por no haber conseguido avanzar en la adecuación de los acuerdos a la nueva ley dentro del plazo de 180 días que tenía. Rodríguez obligó, entonces, a que el Congreso reviera la legislación. La Fiscalía analizará las acusaciones, que luego deberán ser votadas en el Parlamento, con al menos el apoyo de dos tercios de sus miembros.