EL PAíS › ACUERDO CON LOS SUPERMERCADOS PARA BAJAR PRECIOS DE PRODUCTOS BASICOS

Miceli empezó con la lista de compras

Fue un arranque bastante particular de su gestión. A horas de haber asumido, Felisa Miceli anunció un acuerdo con las principales cadenas de supermercados para bajar un 15 por ciento los precios de una canasta de 250 artículos y el compromiso de firmas lácteas para congelar los precios por 60 días.

 Por Claudio Scaletta

En su primera actividad al frente del Ministerio de Economía, Felisa Miceli acordó con las principales cadenas de supermercados, en una reunión en la que participó el presidente Néstor Kirchner, una rebaja del 15 por ciento, en relación con los precios del 30 de noviembre, para una canasta de 250 productos básicos. Los menores precios, que se harán efectivos a mediados de la semana próxima, alcanzarán a alimentos, artículos de tocador e indumentaria. En principio el acuerdo regirá hasta el 31 de enero próximo. Poco antes, el Gobierno también obtuvo el compromiso de la firma SanCor y los tamberos de Coninagro para que los precios de los lácteos no aumenten por dos meses. Los acuerdos llegan luego de que se conozca que la inflación de noviembre habría alcanzado el 1,1 por ciento.
Fuentes del Ministerio de Economía señalaron que, de esta manera, Miceli intenta dejar en claro que, desde el comienzo, la principal preocupación será por los problemas que afectan de manera directa a la mayoría de la población. “No empezamos por el acuerdo con el FMI, sino con el bolsillo de la gente”, destacó optimista un funcionario recién llegado al Palacio de Hacienda.
Hubo también otras señales. La primera fue la interpretación que la nueva conducción de Economía hace de las razones de la suba de precios. Consultada acerca de si los empresarios respetarían el acuerdo alcanzado, Miceli dijo creer que “todos los actores de la vida económica cuentan con la suficiente madurez para entender que Argentina tiene que seguir creciendo, que no tenemos que poner en marcha medidas ortodoxas que afectan el desenvolvimiento macro-económico”. En otras palabras, para la nueva titular del Palacio de Hacienda la inflación no debería ser combatida con las medidas recesivas clásicas.
La segunda señal fue la presencia en la reunión de los supermercadistas y el presidente Néstor Kirchner, del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Hasta hace poco resultaba difícil imaginar que el titular de Infraestructura participe de una reunión en la que el tema central fueran los precios minoristas. Fuentes vinculadas con la negociación dijeron, sin embargo, que la presencia de De Vido se explicaba por su rol central en la recomposición de la relación entre Kirchner, Coto y los representantes de Cencosud tras las acusaciones presidenciales de “cartelización”.
La nueva realidad es que, con esta decisión, las grandes cadenas aceptaron tácitamente que tienen la capacidad de manejar los precios. Pero esta vez no lo harán en la dirección tradicional, al alza, sino a la baja. En una conferencia de prensa brindada tras el encuentro, Alfredo Coto, titular de la Asociación de Supermercados Unidos, minimizó las disputas de la víspera y calificó al encuentro como “muy cordial”. “El Presidente nos manifestó su preocupación por la suba de precios y nosotros estamos convencidos de que tenemos que colaborar”, afirmó. Para el empresario, el Gobierno está “muy preocupado con la inflación” y nos solicitó “una colaboración total” para frenar las subas, reseñó.
La colaboración será finalmente la rebaja en 250 productos. En un comunicado difundido por Cencosud se destaca que “las cadenas se encuentran trabajando en línea con el Ministerio de Economía en la confección del listado de productos” que integrarán la “canasta de artículos de consumo masivo (...) a fin de poder llevar a cabo las rebajas a la brevedad, estimando la efectivización de éstas para mediados de la semana entrante”, afirmaron. Cuando las rebajas se hagan efectivas, los valores de los productos involucrados habrán restado bastante más de la inflación de los primeros 11 meses del año, que ya ronda el 11 por ciento. Obviamente, se espera que los menores precios alcancen a todos los productos de la canasta básica alimentaria. Y aunque el efecto no se traducirá de manera directa en los registros del IPC del Indec, sí se espera que tengan una fuerte incidencia en los indicadores formales de pobreza e indigencia. Del acuerdo participaron los representantes de Coto, Wal Mart, Carrefour y Cencosud, firma que controla a las cadenas Jumbo y Disco.
Horas antes de acordar con los súper, Miceli había anunciado un compromiso alcanzado con Sancor y Coninagro para mantener congelado, también por dos meses, el precio de los lácteos. “Estamos trabajando fuertemente para poder avanzar en tener precios de la canasta familiar que sean compatibles con las posibilidades de los bolsillos de la gente”, subrayó la ministra durante el anuncio. “Vamos a trabajar con todo el sector para analizar la cadena de valor y para encontrar soluciones de mediano y largo plazo para incrementar la oferta de bienes”, agregó. Oscar Carreras, de Sancor, agregó que su firma, que retrotraerá sus precios al 1º de noviembre, “convalida esta política de Gobierno en materia de contención de la inflación y en otras variables de la economía”.

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Felisa Miceli, flamante ministra de Economía, junto a Alfredo Coto y otros empresarios supermercadistas.
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