“La asistencia de Minustah fue fundamental para que Haití hoy tenga un nuevo presidente”, aseveró el argentino Martín Landi, quien formó parte de la unidad electoral de la misión de paz de la ONU (Minustah) –de la que participa la Argentina– que asistió a la Comisión Electoral Provisional (CEP) de Puerto Príncipe. Así, fue parte del conglomerado que observó los problemáticos comicios del país caribeño, cuyo desenlace fue la proclamación de René Préval. En diálogo telefónico con Página/12, Landi habló de esta inédita elección.

–En su opinión, ¿la misión de la ONU fue un fracaso o un éxito en estas elecciones

–Lo considero un éxito. A nivel de seguridad esto queda claro si se compara con elecciones pasadas. Una de las características era la violencia organizada que dejó masacres en filas de votantes. En esta elección no hubo un plan sistemático de ataque a centros de voto ni bandas armadas que circularan por el territorio atacando votantes o centros de votación. Sí hubo problemas en algunas localidades, pero fueron menores. La lamentable pérdida de vidas se debió a las aglomeraciones y a una situación curiosa donde un policía local disparó contra un votante y fue linchado por la multitud. Minustah tuvo una tarea mayúscula para realizar la asistencia a una entidad, la CEP, en permanente conflicto interno, con escaso y muy politizado personal.

–Hubo denuncias de fraude y el escrutinio se demoró inexplicablemente. Debían estar un viernes 10 de febrero los resultados finales y era domingo y seguía la incertidumbre. ¿A qué lo atribuye?

–Desde el aspecto técnico electoral, también las mejoras son notables a nivel de transparencia de la elección si la comparamos con elecciones pasadas. En los comicios de 2000 casi todo el material sensible (boletas, actas, etcétera) se perdió en la primera noche. Los equipos de transporte llevaban las urnas a las oficinas comunales tirando boletas y material sensible en las calles, porque no entraban en las oficinas de la comisión electoral o simplemente porque estaban cerradas. La tabulación de los votos se realizaba a nivel de comuna y luego se transmitía a nivel departamental y luego a Puerto Príncipe. El conteo llevó semanas, y entre los niveles de tabulación había diferencia de cifras. Fue imposible auditar actas o boletas porque no se podían encontrar. Esta elección se planificó para guardar el material sensible respetando la cadena de custodia de dicho material por parte de las autoridades haitianas. Se tabuló centralmente en Puerto Príncipe frente a observadores y periodistas y hay posibilidad de reconteo de las boletas casi en su totalidad. Entonces los incidentes fueron menores y técnicamente implicó una gran mejora a las desastrosas elecciones pasadas. Basados en ésta y la otra variable que mencioné, estoy convencido de que la elección fue un éxito y que la asistencia de Minustah fue fundamental para que Haití hoy tenga un nuevo presidente.

–¿Qué pasó con los votos que se encontraron en la basura? Minustah fue acusada de esta irregularidad.

–Estamos investigando el tema. Es interesante la acusación a Minustah cuando la cadena de custodia del material sensible es responsabilidad de la Comisión Electoral Provisional (CEP) y su personal en campo. De todas maneras, el número de boletas que se encontraron no son suficientes para afectar los resultados (se siguen tabulando Senadores y Diputados).

–¿Se puede esperar una desmovilización de las bandas armadas con el gobierno de Préval?

–Varios líderes de bandas de la zona más pobre y peligrosa del país, Cité Soleil, declararon que están dispuestos a entregar sus armas. Incluso en un acto público. Existen varias bandas armadas y todas con diferentes niveles de contacto con grupos políticos. Los más cercanos a los grupos de (el ex presidente de izquierda Jean Bertrand) Aristide (derrocado en 2004 por un golpe apoyado por EE.UU.) ya enviaron las primeras señales al respecto de cierto nivel de desmovilización. No lo considero fácil, en particular porque las bandas se enfrentan muchas veces entre ellas y no creo que se desarmen realmente sin un gran acuerdo que desarme a todos los grupos armados del país. Recordemos que existen grupos de ex militares (ex FAHD) distribuidos por todo el país que crearon varios problemas el año pasado. Por otra parte, las bandas sin armas tendrían que reemplazar sus lucrativas actividades criminales que sostienen sus estructuras. Quizás una primera señal sea una baja del número de secuestros, que es una actividad sumamente rentable e in crescendo en Puerto Príncipe.

–¿Cómo cree que actuará EE.UU., siendo que respaldó el golpe contra Aristide?

–Por lo que leí y hablé con diplomáticos de EE.UU., están de acuerdo con las decisiones tomadas por la Comisión Electoral Provisional haitiana. Pero no puedo hablar por ellos.

–¿Qué es esperable y plausible del próximo gobierno?

–No quisiera especular con hipótesis. Es muy temprano en el proceso y todavía no está determinada la composición del Congreso, potenciales alianzas o gabinetes.