La policía de India abatió ayer en Bombay a uno de los presuntos responsables de los ataques terroristas perpetrados hace mes y medio en la ciudad. Otro sospechoso fue detenido, informaron los medios locales citando fuentes oficiales. En los atentados contra los trenes suburbanos murieron 187 personas y más de 700 resultaron heridas. El sospechoso que murió en un tiroteo con la policía, así como su presunto cómplice, son paquistaníes. Este último había sido arrestado previamente en Bombay y dio a los agentes información que fue determinante para encontrar a su compañero.

El muerto fue identificado como Mohammed Ali, alias Abu Osama, mientras que el detenido es Riyaz Nawabuddin. En la casa donde fue abatido Ali, fue hallado un rifle AK 47 y una considerable cantidad del explosivo RDX. El jefe de la unidad antiterrorista india no confirmó por el momento que hubiera vínculos entre el sospechoso y los ataques del 11 de julio, aunque anunció que en las próximas horas se darán a conocer más detalles. Los atentados que provocaron la masacre el pasado 11 de julio fueron producidos por ocho bombas que estallaron en trenes atestados y paralizaron de estupor a una ciudad de más de 16 millones de habitantes.

El jefe de policía de Bombay, A. N. Roy, aseguró que la operación antiterrorista había evitado un nuevo atentado en la ciudad, pues antes se habían recibido informaciones creíbles de que terroristas de Pakistán o Bangladesh planeaban acciones en la metrópoli. Las autoridades indias consideran responsables de los atentados del 11 de julio al grupo terrorista musulmán Lashkar-e-Toiba (Ejército de los Puros) y el gobierno está convencido de que ese grupo actúa desde Pakistán, con el apoyo, o al menos la tolerancia, del gobierno de ese país.