Soldados israelíes mataron ayer a siete palestinos en Beit Hanun, en el norte de la Franja de Gaza, llevando a 15 el número de muertos desde el lanzamiento de una operación militar el miércoles. El presidente palestino, Mahmud Abbas, pidió a Estados Unidos que intervenga para que cese la ofensiva israelí, una de las más importantes en la franja, desde el secuestro de un soldado israelí el 25 de junio, por parte de grupos palestinos armados. Por su parte, el primer ministro palestino, Ismail Haniye, del movimiento Hamas, afirmó que la “opción terrorista y militar de Israel fracasará”. Entre las víctimas de ayer figuran dos activistas de Hamas y otro de los Comités de la Resistencia Popular.

Uno de los miembros de Hamas murió ayer por la noche en un ataque aéreo israelí contra el campo de refugiados de Jabaliya. En un segundo ataque aéreo contra el mismo campo murieron dos civiles, aunque los israelíes indicaron que se trataba de dos militantes de las Brigadas Al Qassam, el brazo armado de Hamas. Muauiya Hasanein, funcionario del Ministerio de Sanidad palestino, declaró que el resto de los fallecidos fue alcanzado por balas de francotiradores.

El miércoles, la ciudad de Beit Hanun volvió a ser ocupada totalmente y cercada por tanques israelíes antes de la madrugada. Ocho palestinos, cinco de los cuales eran activistas armados, perdieron la vida. Desde entonces, las fuerzas israelíes llevan a cabo ataques aéreos. En las calles se registran además combates entre soldados israelíes y palestinos armados. Israel afirma que la incursión en Beit Hanun, llamada “Nubes de otoño”, está destinada a impedir que los grupos armados palestinos se fortalezcan y poner fin a los disparos de cohetes palestinos desde ese sector hacia el sur de Israel. “Nuestro objetivo es ejercer una presión permanente sobre los terroristas para dificultar los disparos de cohetes hacia el sur de Israel”, dijo ayer a la radio militar israelí el comandante de la región militar sur. A pesar de la presencia del ejército israelí, 11 cohetes artesanales disparados desde la Franja de Gaza cayeron en el sur de Israel desde el miércoles sin que se registrasen víctimas.

Por ahora, los israelíes no tienen intenciones de interrumpir la incursión. El ejército israelí pirateó las ondas de las radios locales en la Franja de Gaza para difundir mensajes en árabe llamando a los habitantes de Beit Hanun “a permanecer en sus hogares hasta nueva orden”, dando a entender que los ataques seguirán.