Viernes, 3 de noviembre de 2006 | Hoy
Al justicialismo le falta un voto para los 32 que le permitirían convocar a una Constituyente.
Por E. T.
La onda expansiva que produjo la derrota de Carlos Rovira y su intento re-reeleccionista en Misiones parece no haber llegado hasta Jujuy. El vicegobernador jujeño, Walter Barrionuevo, ratificó ayer que su fuerza política promoverá la reforma de la Constitución provincial para incluir una nueva reelección de Eduardo Fellner. Eso sí, aclaró que “no hay plazos” para presentar el proyecto. El funcionario no lo dijo, pero está claro que los plazos los marca el escenario político. Al justicialismo le falta un voto para alcanzar los 32 necesarios para convocar la elección de una Convención Constituyente.
Más allá de lo que demore el oficialismo en conseguir el voto faltante, lo cierto es que la Constitución provincial también impone límites y plazos. Según esos plazos, seis meses antes de una elección general no puede convocarse a una Constituyente. Este mandato constitucional ofrece dos fechas posibles: antes de marzo de 2007 o en octubre, si es que el gobierno nacional ratifica esa fecha para la elección presidencial.
De los 48 diputados que integran la Legislatura, el PJ tiene 28 y sumó dos de la Alianza Unión por Jujuy del diputado nacional Héctor Daza y es muy probable que también sume al legislador provincial Fado Zamar, que se distanció del radicalismo y dejó trascender que apoyaría la reforma. La UCR mantiene 15 diputados propios más dos diputados de Nuevo Jujuy con los que funciona en un frente legislativo.
“Dentro del bloque justicialista estamos analizando los puntos que contendrá el texto definitivo”, aseguró el vicegobernador. En la Legislatura provincial se aseguraba ayer que el proyecto podría ser enviado en pocos días y dependía de que el justicialismo se asegure los votos necesarios para su aprobación. Es decir, un voto más.
Luego de las elecciones de Misiones el radicalismo le pidió a Fellner que archive su proyecto reeleccionista. Ayer Barrionuevo recogió el guante y dijo que “esperaba una actitud distinta de los opositores”. El vicegobernador opinó que quienes enfrentan la reforma “siguen con el temor inexplicable de que los jujeños se pronuncien y sean ellos quienes decidan si el gobernador Fellner debe continuar o no”.
Fellner llegó a la gobernación en noviembre de 1998 luego de que renunciara el entonces gobernador Carlos Ferraro, quien a su vez había asumido para cumplir el mandato que Guillermo Snopek había dejado inconcluso luego de su fallecimiento. Luego de ello, Fellner fue electo en 1999 y 2003.
“Lo de Jujuy es otro ensayo para concentrar poder. Lo de Jujuy no es distinto de lo de Misiones. El objetivo es el mismo”, afirma a Página/12 el senador jujeño Gerardo Morales. Para el legislador “con el argumento de conseguir un mandato más, el oficialismo busca consagrar una reforma electoral, similar a la riojana, que le garantice una representación dominante”.
Morales comenta que el oficialismo estudia reducir de 48 a 32 la cantidad de legisladores. De esos 32 diputados, según Morales, la mitad estaría integrado por un legislador de cada departamento provincial. De los 16 departamentos jujeños, en la última elección el justicialismo se impuso en 15. Lo que ya de por sí le otorgaría la mitad del cuerpo. Está claro que, a diferencia de Misiones, la reforma constitucional de Jujuy no se limitaría solamente a la reelección del gobernador. Y eso preocupa a la oposición.
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