Uno de los dos octubres que Kirchner había dicho que faltaban para las elecciones ya pasó. Pero la ocurrencia presidencial para ejemplificar que eso en la Argentina era una eternidad, en Córdoba tiene más sentido que nunca. Porque amén de las autoconfirmadas candidaturas de Juan Carlos Schiaretti y Luis Juez para suceder a De la Sota, todo lo demás está por verse. Incluso la fecha de los comicios es hoy un misterio porque es inseparable del éxito o el fracaso de cada gestión. En este contexto de fantasía, la otra incógnita es lo que hará Héctor “Pichi” Campana, quien no definió si competirá por la provincia o la intendencia. Lo que sí confirmó, luego de una reunión con Kirchner anteayer, es que presidirá el Frente para la Victoria en Córdoba y que su candidatura llevará ese sello, independientemente de si el kirchnerismo se corta solo o cierra una alianza con el juecismo o el PJ en 2007. Y la UCR, cuya desorientación provincial no difiere de la nacional, aún no definió si competir solos o aliarse con otros partidos. Lo único seguro es que en esta provincia todos los actores dependen de la caja nacional para gestionar. Y sin dinero para gobernar, un año en la Argentina es mucho tiempo.

El escenario es lo más parecido a un partido de ajedrez, en el cual los protagonistas imaginan y desarrollan en su mente infinidad de jugadas y estrategias. Pero hoy, hasta el partido es imaginario, porque nadie está seguro del tablero. Sin embargo, algunas decisiones van tomando forma. Entre las más fresquitas, Kirchner le pidió anteayer en Casa Rosada a Héctor “Pichi” Campana que presida el Frente para la Victoria en Córdoba. Lo que aún no se definió, y parece que no será hasta el año que viene, es si Pichi será el delfín del Presidente para pelear la gobernación o si buscará suceder a Juez en la intendencia de la ciudad. “No está definido, por lo pronto, el diagnóstico que hicieron los técnicos de Campana es sobre la realidad provincial, no municipal”, deslizó una fuente que suele hablar seguido con uno de los estrategas del patagónico y “en pocos días Pichi comenzará a ‘caminar’ la provincia en representación de Kirchner”.

Aunque algunas versiones indiquen que Campana irá por la intendencia, los números de las encuestas invitan a soñar con el premio mayor. “Es, después de Kirchner, el dirigente con mejor imagen en toda la provincia, seguido por De la Sota y Juez”, agregó una persona que trabaja para el ex basquetbolista. Independientemente del distrito en el cual compita Pichi, en lo inmediato el apoyo presidencial se tradujo en dinero contante y sonante para “formar cuadros”. Fondos que Pichi utilizó para crear una fundación y armar sus equipos técnicos, entidad que será oficialmente presentada este lunes.

Los peronistas

“De la Sota se la juega hoy por Schiaretti no por amor, sino por espanto. No tiene otro candidato mejor dentro del PJ”, señaló uno de los colaboradores del actual vicegobernador de Córdoba. Muy seguro de las posibilidades de su jefe, dijo que “Juan no está esperando la bendición presidencial. Tiene relaciones dentro del gobierno de Kirchner, pero su candidatura tiene peso específico en Córdoba. El PJ es muy fuerte en el interior, donde no quieren que nada cambie porque les ha ido muy bien con De la Sota, a lo que se suma que Schiaretti es muy conocido en la capital”.

En tanto, desde el centro del poder delasotista uno de sus estrategas confió a este diario que “en veinte días se lanzarán los comandos de campaña por la candidatura de Juan Schiaretti, quien es el candidato que apoya este gobierno”. No obstante, la misma fuente confirmó que a fin de mes se definirá la fecha de las internas del partido “que serían a fines de marzo o principios de abril”. Lo que no quiere decir que Eduardo Accastello, el otro precandidato a suceder a De la Sota, deba entusiasmarse: “El no será candidato a gobernador de Córdoba, y lo sabe”, sentenció dicho funcionario, quien por ahora no apuesta demasiado a las chances del senador Roberto Urquía, el otro que suena. “Roberto sólo será candidato si no tenemos otro”, dijo.

El Frente Nuevo y la UCR

Fiel al estilo de su jefe, los juecistas desbordan optimismo. Y las razones obedecen a que varias encuestas lo ubican a Juez como el candidato mejor posicionado para ser gobernador. Por poco, pero arriba de Schiaretti. “Es el único que se muestra como oposición a De la Sota”, dicen los encuestadores, quienes sostienen que la fortaleza no es el partido ni su gestión de gobierno, sino su figura, importante en la capital y en las localidades del Gran Córdoba. “Con eso y algunas alianzas en las principales ciudades del interior, tenemos la provincia asegurada”, especula uno de los alfiles del intendente, para quien el otro tema decisivo es la fecha de los comicios. “El cronograma electoral define los candidatos y las estrategias. A nosotros nos convendría que se adelanten, así la gente no se confunde, ya que es muy probable que Kirchner sea el candidato de varias listas”. Hiperconfiado, pronostica que “Juez no necesita al Presidente para ganar las elecciones, pero sí para gobernar. Esto es así porque el país está cada vez más centralista”. De todas maneras, el escenario que más entusiasma a los del Frente Nuevo es el que propicia Alberto Fernández, que desearía a Juez como candidato a gobernador por la Concertación que impulsa un sector del gobierno K.

En cuanto a los radicales, la cosa está dividida. Mario Negri se esfuerza por desmarcarse de los radicales K y critica al Gobierno toda vez que puede. Pero otros boinas blancas, intendentes ellos del interior cordobés, coquetean con la Concertación a nivel nacional y con Juez en el ámbito provincial, lo que descoloca a más de un correligionario.

Tambaleante desde hace tiempo la cuestión ideológica en la política argentina, las afinidades que parecen prevalecer son las necesidades económicas, que no hacen distinciones partidarias. Por eso hoy, el gran elector por el cual todos trabajan y fantasean en Córdoba se llama Néstor Carlos Kirchner.