En pleno idilio de las siempre tensas relaciones entre Bolivia y Chile, el presidente boliviano, Evo Morales, le pidió la renuncia al cónsul en Santiago, José Pinelo y no dio mayores explicaciones sobre su decisión de sustituirlo por el diplomático Roberto Finot, que ya había cumplido esa función durante el gobierno de Eduardo Rodríguez Veltzé. Lo extraño del caso es que Pinelo volvió a La Paz casi como un héroe que logró trabajar una agenda en común entre Chile y Bolivia, pese a que ambos países no tienen relaciones diplomáticas formales.

Ese hecho y el silencio en el Palacio Quemado llevaron a varias conjeturas sobre la separación del sociólogo. La más fuerte es que el quiebre se produjo por unas declaraciones de Pinelo a los medios bolivianos en las que aseguró que se estaba negociando la venta de electricidad a Chile. La otra posibilidad pasa por la relación entre Pinelo y la Federación de Mineros Cooperativistas, de la cual fue asesor, y que desde los enfrentamientos en la mina Huanuni ha roto relaciones con el gobierno de Evo Morales. Sin embargo, la infidencia de Pinelo no parece ser motivo suficiente, ya que el canciller boliviano, Choquehuanca, el pasado 1 de noviembre dijo a La Tercera que se está negociando la venta de gas a Chile con un precio que oscilaría entre 6 y 8 dólares por millón de BTU (valor calórico inglés). Esto fue rápidamente desmentido por el vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera.

Dos días más tarde, durante la Cumbre Iberoamericana, Evo Morales y Michelle Bachelet mantuvieron una reunión en Montevideo y demostraron que están en el mejor momento de la relación bilateral desde el “Abrazo de Charaña”, de 1977, entre los dictadores Hugo Banzer y Augusto Pinochet, que acordaron un canje territorial que nunca se dio.

Allí, Morales aseguró que si alguna vez el mar dividió a Bolivia y Chile, hoy el mar los puede volver a unir. También dijo que la agenda entre los dos países no tenía restricciones y reconoció la negociación de venta de energía de Bolivia al país trasandino. Sin embargo, hay un freno legal para que Bolivia venda gas directamente a Chile. En el referéndum sobre hidrocarburos celebrado en julio de 2004 los bolivianos decidieron que la única forma de negociar con Chile era a través de la fórmula “gas por mar”. No obstante, no se limita la posibilidad de vender electricidad, que sería lo negociado por Pinelo en Chile.