El camino del atajo y la picardía fue elegido por varios de los precandidatos a la gobernación de Buenos Aires, en cuanto Felipe Solá entendió el mensaje presidencial y comunicó que acataría la inequívoca restricción impuesta por la Constitución provincial. Sus encuentros con el ex senador Eduardo Duhalde varían según quién los cuente. El gobierno nacional cree que Duhalde le prometió su apoyo porque pensaba que era un posible adversario de Kirchner para 2011. Solá dice que el ex senador intentó convencerlo de que enfrentara al presidente o a su esposa en 2007. Cerca del gobernador de Córdoba, José De la Sota, afirman que Duhalde le recomendó que con ese fin se reuniera con Solá, reflotando el acuerdo de 2004 cuando Kirchner convocó al acto en la ESMA. Nacido ayer, el Hombre sin Pasado Solá explicó al borde de la ofensa con quienes lo malinterpretaron que no había querido eternizarse en el poder porque ése no era su estilo. Mientras Solá trataba de superar esa pasajera crisis de estilo, el matutino La Nación pidió a sus lectores que escogieran al posible candidato kirchnerista a la gobernación. Encabezaron el escrutinio dos hombres de enorme popularidad en sus respectivos hogares: el delfín de Solá Florencio Randazzo, con el 26,51 por ciento de los votos, y el director de la Anses, Sergio Massa, con el 22,34 por ciento. Tercero salió el intendente de La Plata, Julio Alak, con el 16,36 por ciento. Le siguió, en el cuarto puesto, la senadora CFK, en una llamativa declinación respecto de los comicios de 2005, cuando obtuvo casi la mitad de los sufragios válidos emitidos. Quinto fue un hombre que, a diferencia de Randazzo y Massa, no ha sido agraciado con el carisma de los grandes preferidos del pueblo, pero que es un luchador infatigable que nunca se queda de brazos cruzados y es capaz de abocarse en forma minuciosa a cualquier tarea que pueda dar frutos, por rutinaria que sea: el ministro del Interior, Aníbal Fernández, que reunió algo más del 10 por ciento. Detrás de ellos figuraron el diputado Alberto Balestrini, el senador José Pampuro y el canciller Jorge Taiana. Pero los expertos en seguridad informática de La Nación detectaron que sólo estos tres últimos y CFK habían cosechado de a un voto por computadora y no al por mayor: Randazzo recogió 3.200 de dos computadoras de la gobernación de Buenos Aires; 2331 fueron a Massa desde apenas cinco máquinas; una emitió 939 por Alak y otra 300 por Fernández. El Club del Send vivió así una jornada que los escogidos no olvidarán.