A primera vista parecía una reunión de amigos, de viejos compañeros de militancia. La Mesa Política del Frente Amplio (FA) y Tabaré Vázquez se encontraron ayer por la tarde en la residencia presidencial, en lo que fue la primera reunión de la cúpula de la coalición gubernamental y el mandatario desde que éste asumió, en marzo de 2005. Pero lejos de hacer un repaso de los logros del gobierno, los dirigentes partidarios alzaron su voz contra una de las últimas iniciativas del presidente, un proyecto de ley que indemniza por igual a las familias de los asesinados por la guerrilla y de las víctimas del terrorismo de Estado. Vázquez les garantizó que dará vía libre a la mayoría oficialista para cambiar al proyecto, siempre y cuando incluya a los dos bandos. Para el jefe de la bancada oficialista en el Senado, Alberto Couriel, con esto se dan por terminados los cuestionamientos al proyecto.

El objetivo del encuentro era presionar a Vázquez para que retirara el proyecto de ley, que originalmente había sido presentado por Daniel García Pintos, un diputado colorado y férreo defensor de las Fuerzas Armadas. Desde que el presidente lo firmó y asumió como propio, toda la izquierda se sumergió en un debate sobre la necesidad de evitar un resurgimiento de la teoría de los dos demonios, en la que las víctimas de las guerrillas son iguales a los desaparecidos, torturados y asesinados por la dictadura. Además, el proyecto original sólo incluye a los fallecidos entre 1962 y 1976, dejando casi diez años de dictadura y unos 200 desaparecidos afuera. Ayer Vázquez intentó excusarse frente a sus compañeros de militancia y aseguró que envió al Congreso el proyecto de García Pintos porque era el único que le habían presentado sobre el tema. Según el diario El Observador, el presidente reconoció que no estaba en un ciento por ciento de acuerdo con la iniciativa del diputado colorado, aunque volvió a defender la necesidad de reparar a las víctimas de los dos bandos. Según una persona del entorno del mandatario, éste aseguró durante la reunión que como presidente de la Nación no puede hacer distinciones.

Por eso, el gobierno apoyará la fórmula que elija el Congreso, pero no resignará su discurso de reconciliación. “Si hay dos proyectos separados necesariamente tiene que haber votos para aprobar ambos”, advirtió el ministro de Educación, Jorge Brovetto, después de la reunión. Para el senador Couriel, esto no supone una limitación. “La gran mayoría de los legisladores apoya las indemnizaciones, mientras se incluya a todas las víctimas del terrorismo de Estado”, le explicó a Página/12. Una comisión compuesta por todos los partidos del FA ya comenzó a discutir las posibles reformas y en unas semanas podrían presentar el o los proyectos definitivos. La tormenta dentro del Frente parece haber pasado. Sin embargo, Vázquez todavía tendrá que convencer a las organizaciones de derechos humanos y a los familiares de los desaparecidos que, aunque reconocen las mejoras, siguen sin apoyar la iniciativa.