Menos de 24 horas después que la prensa británica revelara que el príncipe Harry está peleando en Afganistán, la Armada decidió sacarlo de allí lo antes posible. La cúpula militar inglesa aseguró que temían que el número 3 en la sucesión de la corona se convirtiera en un blanco de los talibán, quienes ya habían lanzado amenazas en el pasado. La Armada no quiso dar una fecha del regreso, pero anoche varios medios decían que Harry ya estaba volando de vuelta. Según mostraron varios medios el jueves, el hijo menor de Lady Di estaba luchando en la provincia de Heland, en el sur afgano. Se lo ve sonriente manejando ametralladoras antiaéreas y arrastrándose todo camuflado por las montañas de la frontera. El regreso temprano de Harry a Gran Bretaña es el segundo golpe que recibe su carrera en la Armada. El año pasado, la cúpula militar canceló a último momento su designación a Irak debido a los temores por las amenazas a su seguridad. Más allá de su corta estadía, diez semanas, el príncipe Harry consiguió convertirse en el primer miembro de la familia real en estar en el frente de una guerra desde que su tío, “el principito”, peleara en la guerra de las Malvinas en 1982.