El presidente Evo Morales anunció cambios para la policía boliviana. “Yo ya tengo mi propio diagnóstico de la policía, estoy esperando que como institución pueda hacer profundos cambios y también en otros trabajos. Si no los hay, estaré obligado a cambiar la institución”, advirtió. Ante los medios de comunicación, el mandatario reconoció que la fuerza estuvo vinculada en los últimos tiempos con casos de contrabando, narcotráfico y abusos. El escándalo más reciente fue el asesinato en prisión de un hombre que había robado el peaje La Paz-El Alto. Según fuentes policiales, había fallecido por causas naturales, pero una autopsia posterior demostró que murió por las torturas que había padecido de los agentes. El jefe de la policía boliviana, el general Oscar Nina, debió salir a reconocer varias de las acusaciones que pesan sobre la fuerza que dirige. “Nuestra institución tiene varios estigmas: el de la corrupción, que es preocupante, y el de que somos lo primeros violadores de los derechos humanos y que la población desconfía de su institución”, concedió. A pesar de las críticas, Morales ratificó ayer a todos los ministros en sus cargos.