Unidades especiales de la policía de Ucrania disolvieron en la madrugada de ayer una manifestación en favor de un acercamiento del país a la Unión Europea (UE) y detuvieron al menos a 35 personas, tras lo cual la oposición convocó a nuevas protestas. Los opositores al gobierno señalaron además que hubo decenas de heridos en el lugar de los hechos, la plaza de la Independencia en Kiev, donde los agentes emplearon la fuerza para dispersar a la multitud.

Los partidos opositores acusaron a los miembros de la unidad especial Berkut (águila de piedra) de haber actuado con extrema dureza. “Según mis estimaciones, hubo decenas, tal vez cientos de heridos”, dijo el diputado Andrei Shevchenko, miembro del Partido Patria, liderado por la líder de la oposición, Julia Timoshenko, encarcelada. Los manifestantes demandan la renuncia del gobierno del presidente Viktor Yanukovich, así como la celebración de elecciones anticipadas, por lo que nuevas protestas se esperan para hoy. “Unanse y restauren la justicia en su país. Tomen el poder”, expresó la ex primera ministra Timoshenko, quien instó a continuar con las protestas hasta que haya un cambio de gobierno. El líder opositor y campeón mundial de boxeo Vitali Klitschko, que pretende presentarse como candidato a las elecciones presidenciales de 2015, llamó a la UE a imponer sanciones al gobierno de Yanukovich.

La UE condenó ayer la actuación de la policía ucraniana. La jefa diplomática del bloque, Catherine Ashton, criticó el uso excesivo de la violencia por parte de la policía en la capital ucraniana. “Los manifestantes solamente expresaron de forma enérgica y sin precedentes su apoyo a la asociación política e integración económica de Ucrania en la UE”, sostuvo Ashton en una declaración emitida en Bruselas.

Yanukovich, por su parte, se distanció de la represión policial. “Condeno las acciones que llevaron a la confrontación violenta y las heridas causadas”, aseguró el mandatario, según un comunicado de la presidencia. Además ordenó una investigación independiente de los hechos y la sanción para los responsables. El jefe de Gobierno Nikolai Asarov también criticó a las fuerzas de seguridad, mientras que varios representantes del partido en el poder anunciaron su escisión del gobierno.

La policía afirmó en cambio que los efectivos fueron atacados con botellas y tachos de basura, lo que supuestamente habría dejado heridos a doce integrantes de las fuerzas de seguridad. El jefe de la policía, Valeri Koriak, defendió a su fuerza y dijo que fueron provocados, aunque indirectamente ofreció su renuncia.