EL PAíS › LAS CRITICAS DE DAS NEVES TODAVIA RESUENAN EN EL KIRCHNERISMO

Una cuestión de patagónicos

El embate del gobernador de Chubut contra Alberto Fernández provocó desconcierto. Algunos pensaron que tenía un guiño de la Rosada y otros lo atribuyeron a su deseo de postularse a la presidencia. Los Kirchner se fastidiaron con su actitud.

 Por Daniel Miguez

En el Gobierno causó asombro que el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, hubiera pedido que renunciara el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Más, que lo haya hecho con un nivel de virulencia y altisonancia hasta ese momento iné-dito entre kirchneristas. Por eso, muchos se preguntaban si Das Neves tenía el guiño de alguien o si había cometido un grosero error de cálculo para elegir el momento.

Qué fue lo que dijo Das Neves: “La Jefatura de Gabinete tiene demasiado poder y esto es peligroso. En mi provincia un ministro que comete tantos errores se tiene que ir, es un fusible. Tiene que dar un paso al costado porque no hay diálogo. Yo pido hablar con un ministro o con la misma Presidenta y atienden el teléfono y cuando pido hablar con Alberto Fernández pasan tres o cuatro días”. La razón que dio públicamente Das Neves para fundamentar su enojo era que el jefe de Gabinete demoraba la firma de reintegros a su provincia por la exportación de merluza, calamar y langostino, cuyos precios internacionales habían caído.

Qué respondió Fernández: “Las declaraciones de Das Neves me resultaron incomprensibles y cuando escuché el argumento del enojo me resultó más incomprensible todavía porque el jefe de Gabinete no firma un solo reintegro a ninguna exportación. Con lo cual pensar que estoy cajoneando el expediente de los reintegros es una cosa incomprensible, porque eso lo sabe el último empleado de la administración pública. Creo que él sabe íntimamente qué es lo que le pasa y creo que íntimamente yo también lo sé, pero como no tengo ninguna vocación de discutir, en ese baile no participo”.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner estaba en París cuando se enteró de lo que dijo Das Neves. Los que estaban cerca de ella cuando leyó el dossier con los resúmenes de la prensa argentina dicen que pasó del estupor al enojo en pocos segundos.

Las declaraciones de Das Neves eran también el comentario obligado de los ministros y legisladores que acompañaban a la Presidenta en la visita a Nicolas Sarkozy. Todos lo condenaron, en la deducción de que se estaba abriendo del Gobierno en un momento de debilidad del poder central por las secuelas de las tres semanas del lockout de las cámaras agropecuarias.

Pero casi sin respiro llegó a París un nuevo reportaje a Das Neves, en el que dejaba abierta la posibilidad de postularse en fórmula presidencial con el gobernador Daniel Scioli en 2011. No tardó en llegar la llamada de Scioli despegándose de Das Neves, mientras otros gobernadores hablaban con Alberto Fernández para decirle que estaban de su lado. Varios lo hicieron público, como el sanjuanino José Luis Gioja, que respondió fuerte: “Cuando el barco se empieza a mover, empiezan a saltar las ratas. Y algunos creen que si le va mal a este gobierno, les va a ir bien a ellos”, dijo.

“Este se pasa de vivo y va a pagar costos. Quiere hacerse el kirchnerista crítico. ¿Sabés qué postulan los kirchneristas críticos? (interrogó un ministro al cronista de Página/12). Hacerse cargo de los logros del Gobierno como propios y desentenderse de los errores.”

Hay una historia que viene de lejos, de muy lejos, entre el jefe de Gabinete y el gobernador de Chubut. Exactamente del 2 de junio de 2003, cuando Alberto Fernández llamó a Das Neves para pedirle que renunciara a su cargo de director general de la Aduana para poner en su lugar a José Sbatella. Dicen que Das Neves nunca se lo perdonó. No porque haya sido el encargado de anunciarle que lo echaban, sino porque cree que Fernández convenció a Néstor Kirchner para que tomara esa decisión. Es probable que haya sido así. Porque según pudo reconstruir este diario, en aquel momento el jefe de la AFIP –e inmediato superior jerárquico– Alberto Abad le llevó al jefe de Gabinete una serie de cuestionamientos sobre Das Neves, no acerca de su decencia en el manejo del dinero público (algo que ni los adversarios del gobernador ponen en duda), sino sobre supuestos descalabros en las cuestiones administrativas de la Aduana. Después de ese episodio Das Neves tuvo que renunciar.

Algunos sospecharon que sabiendo el entripado de Das Neves con Fernández, Kirchner le dio un guiño para que saliera a pegarle como un modo de acotar su poder. La versión fue desbaratada por el propio Kirchner, que al enterarse de que circulaba ese rumor, el jueves pasado, pasó a buscar con su auto por la Casa Rosada a Alberto Fernández para llegar juntos al acto que le organizaron los intendentes de la FAM en el Centro Galicia. Y una vez allí le pidió que se parara al lado de él. Un gesto similar tuvo la Presidenta al día siguiente, al decidir que fuera el único funcionario que se sentara con ella a la mesa frente a los productores rurales.

“Quienes creen que Kirchner pudo alentar a Das Neves a una cosa así, no lo conocen”, dijo a Página/12 una fuente muy cercana al ex presidente. Otros endilgaron la idea de la maniobra al ministro de Planificación, Julio De Vido, por aquello tan meneado de su supuesta interna con el jefe de Gabinete. Pero en el Gobierno todos reconocen la lealtad de De Vido a Kirchner y que nunca tomaría una iniciativa así sin el visto bueno de él.

Si se descarta entonces la hipótesis de que Kirchner lo empujó a cargar contra Fernández, queda en pie la otra, la del error de cálculo de Das Neves. Esa teoría sostiene que como el gobernador en 2011 no tiene posibilidad de reelección, estaría apostando a una eventual candidatura a presidente o vice (de allí el coqueteo verbal con Scioli). En el Gobierno consideran que cualquiera legítimamente puede tener aspiración, pero creen que sacar los pies del plato cuando la gestión de CFK lleva poco más de tres meses fue demasiado.

Muy cerca de Kirchner recuerdan un hecho que por un tiempo resonó en los oídos de la Presidenta y su esposo. Das Neves asumió su segundo mandato el 9 de diciembre pasado, un día antes que CFK. Y los Kirchner lo distinguieron yendo juntos a su acto de asunción en Rawson. En ese evento los partidarios de Das Neves comenzaron a corear “Se siente, se siente, Mario presidente”, ante la mirada desconcertada del matrimonio, que al parecer aún no olvidó el aviso que ese día les estaba pasando el gobernador.

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Das Neves dejaba abierta la posibilidad de postularse a la presidencia con Daniel Scioli en 2011.
 
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