En medio del enfriamiento de su relación con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el vicepresidente Julio Cobos sostuvo que “tiene tanta representatividad como la Presidenta” y que “sería lamentable que tuviera que pedir permiso o autorización para ejercer su función”. El jefe del bloque K en el Senado, Miguel Angel Pichetto, lo llamó y luego se ocupó de difundir que le había planteado “en duros términos” la necesidad de “respetar el normal trámite que el proyecto (de las retenciones) tiene en la Cámara de Diputados”. La guerra de los roces recién está empezando.

Cobos comenzó a mostrar iniciativa propia cuando propuso que las retenciones fueran enviadas al Congreso, una decisión que luego anunció la Presidenta. Más tarde, en un reportaje, el vicepresidente se atribuyó la idea de trasladar la discusión al Parlamento y continuó con la convocatoria a los gobernadores a expresar su opinión en un encuentro, al que no asistió ninguno de los gobernadores K. Después recibió al cardenal Jorge Bergoglio, con quien los Kirchner no tienen exactamente la mejor de las relaciones. “Hay que buscar consensos y no votos”, les recomendó Cobos en medio del debate sobre las retenciones en Diputados.

“Sería lamentable que el vicepresidente de la Nación, que tiene tanta representatividad como la Presidenta, tenga que pedir permiso o autorización para ejercer una función, sea protocolar, sea de opinión. Me parece que esto no les hace bien al Ejecutivo, a la institucionalidad, ni a los argentinos”, afirmó ayer el vicepresidente. Sobre la votación en el Congreso, dijo que “aquí no hay que presionar a nadie”, sino dejar que los legisladores “representen a sus provincias”.

Desde el kirchnerismo le respondió Pichetto, quien le reclamó –según afirmaron en su entorno– que “deje de interferir con la sanción de la iniciativa”, que “no se entrometa en el tema” y que respete “la autoridad que tiene en esta materia” el jefe del bloque K en Diputados, Agustín Rossi. Por si quedaban dudas, en el entorno de Pichetto también señalaron que hay “mucho enojo con la interferencia de Cobos”.