El Gobierno espera que el proyecto de ley sobre retenciones móviles que ayer tuvo media sanción de Diputados sea aprobado en el Senado sin sobresaltos y sin modificaciones. “En el Senado vamos a estar más cómodos que en Diputados porque tenemos una amplia mayoría”, le dijo ayer a PáginaI12 un alto funcionario de la Casa Rosada al explicar su confianza en la ausencia de obstáculos.

Respecto de la aspiración de que no tenga retoques, el senador Miguel Pichetto ya recibió la indicación de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para que se trabajara en esa línea. El objetivo central no es la posibilidad de incorporar más concesiones a los ruralistas de las que ya se hicieron en Diputados, sino, básicamente, evitar que el proyecto vuelva a la cámara de origen y generar allí un nuevo debate.

De todos modos saben, como ya lo adelantaron los dirigentes de las cámaras agropecuarias, que ahora van a presionar sobre los senadores para seguir obteniendo beneficios y específicamente la Federación Agraria buscaría que se reformulara de alguna manera el mecanismo de reintegros, algo a lo que el oficialismo no accederá. En el Gobierno consideran que ya se levantaron todas las trabas objetivas para que esos reintegros se cobren de manera fácil y rápida. Incluso señalan que, llegado el caso, si es que se puede dar una vuelta de tuerca más al tema, será por la vía de otra ley paralela y no modificando el proyecto que llegará mañana desde Diputados.

En el Senado las comisiones de Presupuesto y Agricultura comenzarán a tratar el proyecto mañana mismo a la tarde o a más tardar el martes. Como el miércoles es feriado, tienen el objetivo de que sea tratado en el recinto el jueves.

En la Comisión de Presupuesto y Hacienda debutará como presidente el kirchnerista correntino Roberto Fabián Ríos, que reemplazará al renunciante Roberto Urquía, el empresario cordobés propietario de la Aceitera General Deheza, quien se había manifestado en contra de las retenciones móviles. La otra comisión interviniente, la de Agricultura, Ganadería y Pesca, la preside la chubutense Silvia Giusti, que hizo buenas migas con la Presidenta cuando el mes pasado formó parte de la comitiva argentina a la conferencia de la FAO en Roma.

En el Senado, tras las deserciones para la ocasión de Urquía y el santafesino Carlos Reutemann, más algún otro que se les pueda sumar, el oficialismo aún suma 40 legisladores propios, sin contar habituales aliados. La mayoría se alcanza con 37. En el número radica la tranquilidad del oficialismo.

De todos modos, nada indica que la oposición se quede quieta y espere resignadamente la votación. Allí se juntan ex presidentes como Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá, ex gobernadores como Reutemann, y los radicales Roy Nikisch y Ernesto Sanz, además de figuras de peso como Hilda “Chiche” Duhalde o el socialista santafesino Rubén Giustiniani.

Por su cargo honorífico en el Senado, el vicepresidente Julio Cobos había aprovechado también para sumar voluntades a la oposición al proyecto. Por si hacía falta, ayer el jefe del bloque kirchnerista en Diputados, Agustín Rossi, recordó que Cobos “tiene funciones ejecutivas, no legislativas”. La presidencia provisional del cuerpo está en manos del ex ministro de Defensa, José Pampuro, quien conducirá el debate en el recinto. En cambio, la tarea política de alinear a las fuerzas propias recaerá en el rionegrino Pichetto, jefe del bloque oficialista.