Los colaboradores del vicepresidente Julio Cobos afirmaron ayer en forma categórica que, en caso de que tenga que de-sempatar la votación del Senado del próximo miércoles sobre las retenciones móviles, no irá a contramano de la voluntad de la Casa Rosada. “Julio es parte de este gobierno y va a bancar a su gobierno”, aseguró a PáginaI12 uno de sus allegados, para contrarrestar las especulaciones que se tejen sobre un posible voto suyo en sintonía con la oposición. Fue también una respuesta al titular del bloque de senadores K, Miguel Angel Pichetto, quien dijo que si Cobos no acompaña la ratificación de la resolución 125, “tendrá que dejar su cargo”.

Cobos quedó en el ojo de la tormenta tras su convocatoria a los gobernadores a discutir en el Senado posibles soluciones al conflicto con el sector agropecuario. A partir de entonces, los kirchneristas hicieron fila para criticarlo y también lo cuestionaron los mismos gobernadores del radicalismo K. El vicepresidente no se salvó siquiera del reproche de su interlocutor político en la Casa Rosada, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que señaló que de algún modo la democracia se había visto “afectada” con su actitud.

En los últimos días, Cobos –que está confiado en que no tendrá que desempatar porque el oficialismo reunirá número suficiente para imponer su voluntad– bajó su perfil. En el momento más crítico de la puja entre el Gobierno y los ruralistas, el mendocino pidió que las retenciones móviles fueran debatidas en el Congreso y después tuvo un protagonismo inédito mientras el asunto se discutió en Diputados. Sin embargo, casi desapareció de escena una vez que la Cámara baja ratificó la vigencia de la resolución 125 y el Senado, que lo tiene por presidente, entró en acción.

La posibilidad –que a esta altura parece poco probable– de que la votación en la Cámara alta termine en un empate dio pie a todo tipo de conjeturas sobre cuál sería su posición, habida cuenta de que siempre se mostró mucho más proclive que el Gobierno a buscar una salida consensuada con los ruralistas. En caso de paridad, su voto sería definitorio porque inclinaría la balanza para uno u otro lado.

Pichetto, de los primeros oficialistas en cuestionarlo por diferenciarse de la Casa Rosada, salió a marcarle la cancha en vísperas de la definición. “Creo que votará con el Gobierno”, vaticinó antes de advertir: “Si vota por la negativa, tendrá que dejar su cargo”.

“Una cosa es cómo la interna peronista presenta la actitud de Cobos en pos de solucionar el conflicto y otra es la real responsabilidad que asume Julio en función del lugar que ocupa”, explicó un operador político de la vicepresidencia y no dejó lugar a dudas acerca de lo que haría en caso de tener que desempatar la votación en el Senado: “Es parte de este gobierno y va a bancar a su gobierno”.

La opinión que Cobos recibió de sus hombres de confianza fue “seguir apostando a la línea gruesa del Gobierno” y votar en sintonía con la Casa Rosada, pero no sin antes hablar con el matrimonio Kirchner. “Han sido ingratos e injustos. Lo están arrinconando, están intentando hacer un dirigente opositor donde no lo había”, analizó ante este diario uno de sus íntimos y –con mensaje incluido para el jefe de los senadores K– reprobó los últimos pasos la Presidenta y su esposo: “Se equivocaron cuando decidieron gobernar solos con el PJ. Enfrentar a la derecha en la Argentina con los dirigentes del PJ alquilado, como Pichetto y los intendentes del conurbano, es un error estratégico”.