Lunes, 1 de septiembre de 2008 | Hoy
EL PAíS › FUE DERROTADO EN LA PAMPA UN EMBLEMA DE LA MANO DURA
Por Carlos Rodríguez
Desde Santa Rosa
Cuando todavía pensaba que podía imponer su mensaje de ley y orden, al “Sheriff” se le acabaron las balas. Juan Carlos Tierno, el intendente destituido en marzo y que ahora pretendía volver por sus fueros, en elecciones abiertas, perdió por abrumadora diferencia con el radical Francisco Torroba, un hombre sereno y de perfil bajo, que se impuso por goleada: anoche estaba superando el 54 por ciento de los votos, contra el 31 y monedas que había podido acumular Tierno. Para lograr el triunfo, Torroba tuvo que capitanear el Frente Pampeano, conformado por radicales y socialistas, con el apoyo de independientes y de una buena porción de peronistas encubiertos que rompieron con Tierno. Anoche, cuando los medios locales dijeron que la tendencia era irreversible, la avenida San Martín, la que lleva a la intendencia, se llenó de radicales eufóricos por el resultado y de una verdadera multitud de jóvenes que, sin participar del festejo, festejaban. “Por fin se fue a la mierda este viejo mala onda. Eso merece un brindis”, resumió el vocero de un grupo de chicos con gaseosas en las manos porque seguía la veda de alcohol, una medida que Tierno aplicaba hubiera o no elecciones.
“Lo que nosotros pretendemos es trabajar con todos. Nosotros queremos que el Concejo Deliberante funcione y acompañe al Ejecutivo como corresponde en una sociedad democrática. Nosotros vamos a hacer el esfuerzo de convivir con la oposición, espero que la oposición haga lo mismo, porque lo que se ha vivido en Santa Rosa en los últimos tiempos es una situación que el pueblo no quiere”, le dijo Torroba a PáginaI12 en medio de la euforia, que comenzó en el Comité Central de la UCR y que luego se corrió un par de cuadras, hasta copar el Palacio Municipal, frente a la plaza principal. Desde la cima de las escalinatas de la entrada –no quiso subirse al balcón porque eso es algo “muy peronista”–, Torroba balbuceó unas palabras y la fiesta siguió en las calles. El único que faltó fue Tierno.
Las primeras palabras de Torroba, ya con el triunfo asegurado, hicieron mención al dato central que manejó una elección con un resultado sorpresivo, en parte, porque si bien los dos candidatos iban parejos en los sondeos, nadie esperaba una derrota tan fea del intendente destituido. “Lo que pasó con Tierno, durante sus 87 días como intendente, es algo que cayó muy mal entre la gente. Por eso tenemos que ser muy cuidadosos y muy serios, porque ya el pueblo de Santa Rosa no quiere autoritarismo ni caudillos que gobiernen a espaldas de los cuerpos legislativos. Nosotros tenemos que reconstruir la confianza en las instituciones y tratar de establecer un diálogo fructífero con la oposición. Eso es lo que vamos a intentar, esperamos que todos los demás partidos trabajen por lo mismo”, dijo.
En el bunker de Tierno, el único que mantuvo un breve diálogo con PáginaI12 fue Oscar Antonio Vignatti, quien en forma temprana reconoció la derrota. “Tenemos los primeros cómputos, de unas 20 escuelas, y Torroba está muy por encima de nosotros. Yo me atrevo a decir que esta tendencia es irreversible. Salvo que aparezcan algunas mesas femeninas, porque allí tenemos mucho apoyo, pero me parece que perdimos. Hay que reconocerlo.” Vignatti, cercano colaborador de Tierno, había sido optimista por la mañana, cuando fue a emitir su voto. La ilusión duró poco, porque en Santa Rosa es muy fácil conocer el resultado de una elección, sobre todo cuando sólo se elegían intendente y concejales. Estaban habilitados para votar 76.201 santarroseños en 219 mesas distribuidas en un total de 29 escuelas.
Los principales candidatos, el peronista Juan Carlos Tierno y el radical Francisco Torroba, por el Frente Pampeano, se hicieron oír desde temprano. Los dos votaron en el colegio secundario Provincia de La Pampa, en Chile al 200, en la misma mesa, la 215. Los dos se mostraron confiados en lograr la victoria. Tierno se plantó desafiante, fiel a su estilo, como palpitando una revancha que no pudo ser, después de la destitución como intendente del 7 de marzo pasado. “Hay gente que se quiere poner por encima del pueblo. La verdad se va a conocer ahora, porque es el pueblo el que retoma su protagonismo”, declaró en alusión a la medida que tomaron, en su contra, los miembros de las bancadas opositoras en la Cámara de Diputados y también los legisladores de su propio partido.
Cuando se le preguntó acerca del procesamiento que pesa sobre su persona por “abuso de poder”, y que podría impedirle que asumiera otra vez como intendente –de haber ganado–, sólo admitió que su situación procesal ha cambiado. “Se ha modificado la falta de mérito”, reconoció, eludiendo la mención expresa del procesamiento que pesa ahora sobre él. Se quejó por la Ley Orgánica Municipal, que fue modificada hace un tiempo y que prohíbe que ejerza un cargo público cualquier persona procesada por un delito. “Todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario”, comentó Tierno, luego de recordar que antes la ley sólo sancionaba al funcionario que hubiera sido condenado y no al que está sin sentencia firme. De todos modos, lo único que puede esperar ahora es que lo absuelvan, porque asumir como jefe comunal dejó de estar en sus posibilidades.
Otro que habló, a favor de Tierno, fue su ex secretario de Hacienda y Producción Oscar Antonio Vignatti, quien también está procesado en la misma causa. Vestido con una coqueta campera negra con inscripciones que aludían al rock y a las carreras de autos, Vignatti está bajo proceso por disposición del juez Balaguer, junto con los ex secretarios de Gobierno y Seguridad Juan Pablo Fasce, de Participación Comunitaria y Acción Social Blanca Elba Soto, y de Coordinación General Viviana Noemí Rodríguez.
El propio Vignatti, desde esas funciones, fue el que elaboró las iniciativas que llevaron a la debacle final al fugaz gobierno de 87 días que fue destituido el 7 de marzo pasado. Entre otras medidas, se aprobó el presupuesto municipal sin consultar al Concejo Deliberante, se creó la Policía Comunitaria, se cerró el Centro Cultural, se aumentaron las tarifas en un 45 por ciento y las multas de tránsito en más de mil por ciento. Además, se prohibió que los menores de 12 años circularan por la calle en bicicleta y se impulsó la aplicación de multas de 250 pesos a los grupos familiares que tuvieran más de dos perros.
Francisco Torroba, por su parte, consideró que al analizarse la situación procesal de Tierno debe prevalecer “el principio de inocencia”. Sobre cómo imaginaba la relación con la gente de Tierno, si le tocaba llegar –como llegó– a la Intendencia de Santa Rosa, primero se encogió de hombros y luego respondió: “Con el gobernador peronista (Oscar Mario Jorge) tenemos un buen diálogo, nos conocemos de hace mucho tiempo y con algunos concejales de Tierno también hay un trato respetuoso. Con Tierno no ocurre lo mismo, pero bueno, igual vamos a tener que hacer una oposición constructiva, sea cual sea la relación con el oficialismo”. Torroba tiene que asumir el cargo este viernes 5 de septiembre y completar, hasta el 2011, el ciclo que tuvo que haber ocupado Tierno.
Un vocero del Frente Pampeano, que encabeza Torroba, le dijo a este diario que “el problema mayor lo tienen los propios peronistas, que están atravesando una crisis, precisamente por la forma de hacer política que tiene la gente que lidera Tierno. Lo que nosotros vemos es que las ambiciones de Tierno no llegaban sólo al cargo de intendente sino que él quería la gobernación para las elecciones del 2011. Y ese era un tema que podía provocar un estallido todavía más fuerte dentro del Partido Justicialista. La pelota que venía manejando mal el propio Tierno sigue en el campo de ellos y viene muy envenenada. Esa es la visión que tenemos nosotros. Claro que hubiera sido mucho peor si ganaba Tierno porque eso lo iba a convertir en un intocable dentro de su partido”.
El peronista Juan Carlos Suárez, candidato a intendente por Unidad por Santa Rosa, un frente integrado también por comunistas y humanistas, consiguió un honroso tercer puesto con el 7 por ciento de los votos. Suárez se mostró escéptico por el futuro del Partido Justicialista. “Si bien yo no estoy hoy como dirigente, sigo siendo afiliado al justicialismo y desde mi lugar sigo pensando en que hay que reconstruir el carácter movimientista del peronismo, que fue el que nos hizo ganar el corazón del pueblo. Yo creo que los pampeanos siguen siendo mayoritariamente peronistas, pero hoy muchos votan a otras alianzas o partidos porque no se sienten representados por sus actuales dirigentes.”
“Yo soy peronista, pero nunca podría ser aliado de Tierno –agregó–. El partido tiene que recuperar la credibilidad. En general, todos los políticos tenemos que recuperar esa credibilidad necesaria si queremos reconstruir el tejido social y la confianza del pueblo. Si me preguntan por qué Tierno podía haber ganado esta elección, como se pensaba, yo tenía que responder que es imposible explicar lo inexplicable. Al pueblo yo lo veía desorientado ante la gravedad de la crisis que vivimos los pampeanos. Por eso podían apelar a falsas opciones, pero no lo hicieron. Creo que a Tierno lo mató la soberbia y por eso creo que es positivo que el pueblo le haya dicho no a un modelo autoritario. Ahora hay que seguir trabajando porque una elección no soluciona nada por sí sola.”
En sus declaraciones públicas tras aceptar la derrota, Tierno cargó la responsabilidad en los dirigentes justicialistas que llamaron a votar en su contra.
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