“Lo que ocurrió hoy (por ayer) en el tren de la línea Sarmiento sobrepasa la inexistencia de una política para el sector. Es más bien un problema de gestión por parte de Trenes de Buenos Aires. Hay que saber manejar una línea que transporta todos los días 400.000 pasajeros”, aseveró a PáginaI12 Alberto Müller, economista de la Universidad de Buenos Aires e integrante del Plan Fénix. Para el especialista, se necesitaría un esquema de inversiones de 800 millones de pesos por año para la reconstrucción del sistema ferroviario.

En la actualidad, más de un millón de personas ingresa a la ciudad a través de los diferentes ramales de trenes. El Sarmiento, con 400.000 pasajeros diarios, es uno de los ramales más densos. “No son muy buenos gestionando (en referencia a la empresa Trenes de Buenos Aires, que también controla la línea Mitre). Pero para gestionar, hace falta poner plata y hoy existen ciertas restricciones para aumentar las frecuencias, ya que habría que modificar el sistema de los pasos a nivel. Algo que podría ayudar es la ampliación de los andenes en la estación de Liniers”, explicó a este diario Müller.

El proyecto para el soterramiento del Sarmiento, iniciativa calificada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner como “la obra del Bicentenario”, agilizaría la cantidad de frecuencias, pero el Estado continúa a la búsqueda de una entidad que financie el proyecto (aproximadamente 3000 millones de pesos). “El soterramiento es una inversión cara, dentro de la Capital Federal podría justificarse, pero no tanto en el Gran Buenos Aires”, comentó Müller.

En 1957 viajaban en tren 1,6 millón de pasajeros por día (570 millones por año), un 33 por ciento más que en la actualidad (1,2 millón). En la década de 1990, la demanda alcanzó un pico de 480 millones de pasajeros, 30 millones más que en 2007. “Volver a un ferrocarril como en la década de 1950 no es una utopía, es un objetivo que debe alcanzarse para asegurar la funcionalidad de la Región Metropolitana de Buenos Aires”, señaló Müller (PáginaI12, junio de 2007).

Para el economista del Plan Fénix, otra de las cosas que deberían tomarse como “prioritarias” (el Tren Bala no está comprendido en esa categoría) es el mejoramiento del sistema de transporte de cargas. “Podría ser cuatro veces superior que en la actualidad pero, más que nuevos vagones, lo que se necesita es infraestructura. Es decir, inversiones productivas”, concluyó Müller.