El abogado de Juan Gelman, Marcelo Buigo, pidió la elevación a juicio oral de la causa contra Jorge Rafael Videla por el secuestro, tortura y asesinato del hijo del poeta, ocurrido en 1976. Videla fue señalado como autor mediato de los hechos en su carácter de comandante en jefe del Ejército, de quien dependía el centro clandestino Automotores Orletti, en el que estuvo cautivo Marcelo Gelman. También de Videla dependían los autores directos del crimen y “el planeamiento, desarrollo y control de las operaciones represivas”. La querella remarcó que el ex presidente de facto “tuvo el dominio” sobre el secuestro y la muerte del joven, “controlando la organización que posibilitó tales delitos”.

Marcelo Gelman fue detenido ilegalmente junto a su mujer, la uruguaya María Claudia García Iruretagoyena –embarazada de siete meses–, el 24 de agosto de 1976. Lo llevaron a Automotores Orletti, centro clandestino que, manejado por la SIDE, era sede del Plan Cóndor en Buenos Aires. Allí fue sometido a torturas y asesinado. Los represores tiraron su cuerpo al canal San Fernando junto a otros cadáveres, que más tarde fueron enterrados como N.N. en el Cementerio de San Fernando. Los restos de Marcelo fueron identificados a fines de 1989.

María Claudia fue llevada al Uruguay, donde dio a luz en el Hospital Militar; fue vista con vida por última vez en un centro clandestino de Montevideo. Su hija, Macarena, fue entregada a un comisario uruguayo que la anotó como propia. La joven recuperó su identidad en 1999, luego de que sus abuelos la buscaran por más de veinte años.

La causa contra los agentes de inteligencia que secuestraron y mataron a Marcelo Gelman ya fue elevada a juicio oral a fines del año pasado. Entre los acusados hay autores directos y otros autores mediatos: los ex jefes militares Néstor Guillamondegui y Rubén Visuara, que estuvieron a cargo del Departamento de Operaciones del que dependía Orle-tti; Eduardo Cabanillas –uno de los responsables del centro clandestino– y los ex agentes de la SIDE Juan Ruffo y Honorio Martínez Ruiz, a quienes los sobrevivientes identificaron como participantes de las sesiones de tortura. Junto a ellos, aunque por otros casos ocurridos en Orletti, será juzgado además Raúl Guglielminetti.

La responsabilidad penal de Videla, señaló la querella al pedir su elevación a juicio oral, quedó demostrada por la cadena de mandos: “El plan criminal de la dictadura quedó probado en el juicio a los comandantes; también está probado que la planificación, ejecución y coordinación de la llamada ‘lucha antisubversiva’ fue llevada a cabo por cada fuerza de manera independiente”, señaló a Página/12 Buigo. El abogado de Gelman reseñó que “en lo que respecta a los centros clandestinos de detención y tortura, el Ejército, la Aeronáutica y la Marina llevaban adelante su gestión sin interferencia de las otras armas y decidían la suerte de sus cautivos en forma autónoma”. Como Automotores Orletti “dependía de la SIDE, que a su vez dependía del comandante en jefe del Ejército, que en ese entonces era Jorge Rafael Videla, él es quien debe responder por estos hechos”.

La instrucción de la causa está a cargo del juez federal Daniel Rafecas, quien a mediados del año pasado procesó a Videla por 600 casos de desaparecidos, 268 tormentos y 30 homicidios cometidos en los centros clandestinos que funcionaron en la órbita del Primer Cuerpo de Ejército; entre ellos está el caso de Marcelo Gelman. Llevado a indagatoria, Videla se negó a declarar. El pedido de elevación a juicio oral pasará ahora al fiscal Federico Delgado. Como el expediente sobre los autores directos está mucho más avanzado, todo indica que el caso se juzgará en dos partes y que los represores de Automotores Orletti pasarán por las audiencias orales antes que Videla.