Desde Corrientes

Los candidatos a gobernador de Corrientes recibieron ayer la visita de algunos dirigentes nacionales que vinieron hasta la provincia para darle un último apoyo de cara a la elección de mañana y, en algún caso, compartir lo que creen será un triunfo. El titular de la UCR, Gerardo Morales, llegó a la capital y se reunió con el interventor del partido, José Luis Bellia, para conocer los últimos detalles de la campaña de Ricardo Colombi. Por el kirchnerismo los legisladores porteños Juan Cabandié y Gonzalo Ruanova llegaron la noche del viernes para “darle una mano” a Carlos “Camau” Espínola, el candidato a intendente de la capital provincial, donde Fabián Ríos deposita sus mayores esperanzas. El que no contó con apoyo externo fue el gobernador, Arturo Colombi, quien apostó todas sus fichas a la figura de Julio Cobos, que no lo acompañó más que virtualmente.

Al igual que el viernes, el segundo día de veda electoral parecía tranquilo hasta que al mediodía se conocieron unos confusos incidentes protagonizados en la madrugada del sábado por militantes de Ricardo Colombi. Al parecer, el conflicto se produjo en Monte Caseros luego de una fuerte discusión entre los militantes ricardistas, quienes estaban pegando carteles, y el diputado nacional Eduardo Galantini, quien les recriminó la violación de la veda electoral. El diputado dio conocimiento a la policía local y realizó una denuncia penal por intento de homicidio. La fuerza de seguridad encontró armas de fuego, detuvo a los militantes, entre los que se encontraría un funcionario de la Municipalidad de Paso de los Libres.

Sólo ese episodio distrajo a la dirigencia local de la ansiedad que se canalizó a través de la obsesión por las encuestas. “Estamos a mitad de camino para ganar en primera vuelta”, decía anoche un hombre del radicalismo orgánico confiado en que si Ricardo no lograba sacar los 10 puntos de diferencia necesarios para ganar en primera ronda, el ballottage lo tendría como vencedor, sin ninguna duda.

En el entorno de Arturo insistían con que serían ellos los que ganarían en primera vuelta, pero a diferencia de su primo no podían afirmar que ganarían en caso de ir al ballottage. Por lógica, los votos de Fabián Ríos, de no dar una sorpresa y colocarse él en segunda vuelta, tienden a volcarse por un opositor, igual que el senador kirchnerista. La pelea por la capital correntina también tomó su protagonismo por la influencia en el resultado provincial –representa el 40 por ciento– del padrón. Los candidatos, Eduardo Tassano, del gobernador Colombi, el actual intendente, Carlos “el Mono” Vignolo, de Ricardo y el medallista olímpico Camau Espínola, del kirchnerismo, se disputan el cargo con final incierto.

El gobernador Colombi se refugió en la residencia oficial, ubicada en un barrio exclusivo para funcionarios sobre la costanera del río Paraná. Ayer por la mañana, luego de un apretón de manos en la puerta chalet, este diario le solicitó unos minutos para conversar con él, algo que el gobernador rechazó sin perder la cordialidad pero claramente poco interesado en conversar con la prensa. La detención de su secretario privado, Diego Mosquera, acusado de enriquecimiento ilícito unas semanas antes de la elección habría contribuido a rechazar el contacto con los periodistas. Pasado el mediodía, Colombi abandonó su residencia para viajar al interior de la provincia, puntualmente a su lugar de votación, Mercedes, la ciudad natal de los primos radicales.