La presidenta Cristina Fernández recibió ayer a los hermanos Marcos y Alejandro Patronelli y dio una vuelta por la explanada de la Casa Rosada en el cuatriciclo con que los pilotos ganaron el rally Dakar. La mandataria montó sobre el cuatriciclo y se familiarizó con los controles del vehículo (“es muy complicado, esto va con GPS”, dijo luego) y después, acompañada por los conductores, se animó a ponerlo en marcha y recorrer algunos metros. También, como regalo de los hermanos, CFK recibió un casco rosa con flores amarillas: aunque inicialmente se excusó de ponérselo porque la “despeinaba”, luego accedió a colocárselo ante la mirada del ministro del Interior, Florencio Randazzo, los secretarios de Turismo, Enrique Meyer, y de Deportes, Claudio Morresi. “Quería felicitarlos en nombre de todos los argentinos”, les dijo Cristina Fernández a los Patronelli y dijo estar esperanzada de que el rally Dakar vuelva a realizarse en la Argentina en 2011.