Dispuestos a hacer lo que no le hicieron en sus tres años de radicalismo K, la UCR definirá esta semana si expulsa de sus filas al ex presidente interino del Banco Central, Miguel Angel Pesce. “Sigue estando en los padrones del partido, y esta semana el radicalismo porteño tiene que tomar una decisión de una presentación en el Tribunal de Etica para expulsarlo de las filas de la UCR, ya que hay un especie de sumario abierto”, dijo ayer el titular del partido, Ernesto Sanz. El protagonismo adquirido por Pesce en el conflicto del Banco Central puso nuevamente en el centro de la escena la existencia de algunos radicales afines al gobierno nacional. Y para no quedar en una posición ambigua, la UCR analizará si después de tanto tiempo existen argumentos para expulsarlo. El presidente del comité Capital, Carlos Más Vélez, explicó que en realidad el trámite ya había empezado en noviembre del año pasado. Sin embargo, el fugaz sucesor de Martín Redrado tendría una definición sobre su futuro cuando está todavía en el centro de la escena. De todas maneras la situación de Pesce es más compleja que la de otros radicales K, ya que integra el directorio de un ente autárquico y además su designación fue realizada con el acuerdo del Senado. Por este motivo, existen dudas de que en realidad Pesce haya incumplido alguno de los artículos que componen la Carta Orgánica del radicalismo.