Domingo, 9 de mayo de 2010 | Hoy
EL PAíS › PROYECTO SUR, EL GEN Y EL SOCIALISMO PRETENDEN CONFORMAR UN NUEVO EJE EN LA CáMARA BAJA
La intención de esas tres fuerzas es avanzar con una agenda propia que “destrabe” el funcionamiento del cuerpo. Podrían sumarse los juecistas. Los otros opositores le restaron importancia a la movida. Los K advierten que hay que esperar a ver cómo actúan.
Por Miguel Jorquera
El desgajamiento del Grupo A en la Cámara de Diputados comenzó a producir realineamientos opositores. El interbloque de Proyecto Sur, que lidera Fernando “Pino” Solanas, el GEN de Margarita Stolbizer y el socialismo aspiran ahora a conformar otro eje legislativo con una agenda propia que “destrabe” el funcionamiento parlamentario. Desde el núcleo duro opositor le restaron importancia al distanciamiento y negaron que la decisión debilite a la oposición. Para el kirchnerismo, el nuevo espacio parlamentario deberá demostrar si su intención es desarrollar un trabajo legislativo que también contenga las aspiraciones del oficialismo o si sólo trata de diferenciarse dentro del arco opositor.
Esta semana se concretaría un encuentro de los 22 diputados que reúnen las bancadas del interbloque de Proyecto Sur (que incluye a SI y Libres del Sur) y del interbloque que formaron socialistas y el GEN. También podrían sumarse los tres juecistas cordobeses, si su jefe político, el senador Luis Juez, aprueba el distanciamiento del Grupo A en la Cámara baja.
“Confeccionar una agenda legislativa común que incluya temas sociales, que ponga en funcionamiento la Cámara y la saque de los temarios acotados de las sesiones especiales.” Estos son los ejes sobre los que trabajan los bloques que proponen convertirse en la bisagra entre el núcleo duro opositor y el oficialismo.
Solanas se mostró exultante el último martes, tras la habilitación de la sesión en la que fue aprobado el matrimonio gay. “Obligamos al oficialismo y el resto de la oposición a sentarse”, se ufanaron en ese espacio en alusión al planteo que Proyecto Sur hizo junto al socialismo y el GEN para que el tema se tratara antes que la reforma del impuesto al cheque. Poner como primer punto del orden del día el matrimonio entre personas del mismo sexo, para sacarlo del enfrentamiento político entre oficialistas y opositores, era lo que una semana antes había propuesto Nuevo Encuentro, el bloque de Martín Sabbatella. Sin embargo, en esa oportunidad Proyecto Sur apoyó tibiamente esa propuesta finalmente rechazada por el Grupo A y el tratamiento del tema fracasó.
“Queremos definir con claridad una agenda parlamentaria que obligue a la Cámara a un tratamiento ordinario de los proyectos y no a la lógica de las sesiones especiales que acotan la discusión a pocos temas”, sostuvo Claudio Lozano, de Proyecto Sur, sobre el acuerdo que apuntan a construir junto al GEN y el PS.
“Es una estrategia parlamentaria que tiene como objetivo destrabar el Congreso, saliendo de la lógica del oficialismo que se cierra en sí mismo y de un sector de la oposición que tiene como único objetivo enfrentar las políticas del oficialismo”, sostiene Horacio Alcuaz, uno de los referentes del GEN de Margarita Stolbizer.
Alcuaz tampoco ocultó la decepción que provoca en algunos sectores opositores “no poder salir de esa lógica de enfrentamiento”: “Hace que ningún proyecto salga prolijo de Diputados ni con capacidad para sortear las trabas que oficialismo pueda ofrecer en el Senado. Todavía no hubo leyes que pudieran atravesar las dos Cámaras y el oficialismo ni siquiera tuvo necesidad de utilizar el veto para frenarlas”.
Para los socialistas, la nueva estrategia trata de ampliar un “acuerdo que permita promover una agenda legislativa que incluya temas sociales”, que ya habían articulado con el GEN, “con el que tenemos mayor afinidad y sintonía”. “La propuesta tiene como objetivo poner en funcionamiento el Congreso y lógicamente también deberá abarcar al resto de los bloques parlamentarios”, apuntó la jefa de diputados del PS, Mónica Fein.
Aunque la diputada también diferenció el marco de alianzas dentro del entramado opositor: “Tenemos una buena relación con la UCR, con los que compartimos un acuerdo político. Pero nunca tuvimos un acuerdo programático con el PRO y el peronismo disidente”.
EL PS y el GEN criticaron duramente, puertas adentro del Grupo A, al peronista disidente Felipe Solá y a la cívica Patricia Bullrich por “tirar abajo”, ante la ausencia del oficialismo y de sus aliados, la frustrada sesión en la que se trató por primera vez de debatir sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. Ante la falta de acuerdo para diseñar una estrategia común, pegaron el portazo y adhirieron a la propuesta que impulsó el interbloque de Proyecto Sur, con el que ahora buscan un acuerdo parlamentario.
Desde la UCR minimizaron las diferencias y negaron la ruptura. “Tenemos una excelente relación con el GEN y el socialismo y no tenemos diferencias en la agenda parlamentaria. Nos reunimos con ellos todas las semanas, lo que pasa que a veces lo urgente tapa lo importante”, argumentó ante Página/12 Rubén Lanceta, uno de los armadores de la política legislativa del bloque radical.
Pero Lanceta reconoció el peso que comienza a tener en la estrategia parlamentaria del Grupo A la carrera presidencial. “Con el GEN y el socialismo compartimos un acuerdo político en las elecciones anteriores y trabajamos juntos para el 2011. No se nos pasa por la cabeza hacer un acuerdo político con el PRO y el peronismo disidente, a pesar de que tengamos coincidencias legislativas.”
“Nunca dijimos que hay una sola oposición. Plantearlo como una sola cosa fue más una expectativa que surgió desde los medios de comunicación que de la realidad. El Grupo A tuvo como fin específico el armado de las comisiones y seguir adelante para que el Congreso funcione”, afirmó Horacio Piemonte, de la Coalición Cívica, para reconocer las diferencias.
“No hay alineamientos estáticos dentro de la oposición”, agregó Piemonte, uno de los negociadores de la CC en trabajo parlamentario con el resto de la oposición. Y hasta encontró en el acuerdo de los bloques de P. Sur, GEN y PS un alivio para esa difícil tarea: “Me parece bien. Que tengan una postura común hace más fácil la discusión”.
En el PJ anti K y el macrismo reconocen las diferencias con el resto del entramado opositor, aunque afirman que “la política del Gobierno es la que une a la oposición”. Desde ambos sectores reivindican la “agenda común por el reclamo de mayor institucionalidad” y apuestan a llevarla adelante, recostándose más en la “excelente relación” que entablaron los principales referentes opositores en el Congreso que en las coincidencias políticas entre ellos.
Para el oficialismo, este nuevo reagrupamiento no cambia el escenario legislativo. “Habrá que ver sus conductas futuras. No por el sólo hecho de que separen del resto de la oposición, significa que tendrán otra postura. Después del debate sobre el matrimonio gay, todos estos bloques volvieron a votar con el resto de la oposición el rechazo a la reapertura del canje de la deuda y habilitar el debate del impuesto al cheque sancionado por el Senado sin la mayoría agravada que requiere la Constitución”, planteó Agustín Rossi a Página/12.
Para el jefe del bloque K en la Cámara baja, “no se puede elaborar una agenda parlamentaria sin consensuarla con el oficialismo. La oposición construye sistemáticamente una agenda unilateral que no incluye al partido de Gobierno y sin una visión sobre temas de Estado”.
Las prioridades legislativas del oficialismo pasan por la aprobación de la ley Verna (por el senador pampeano del peronismo disidente), que habilita el uso de reservas para cancelar deuda pública, la modificación de la ley de quiebras para facilitar el acceso de los trabajadores a las fábricas recuperadas y la aprobación del proyecto sobre personal doméstico que propuso la Presidenta. “Habrá que ver si la intención del nuevo reagrupamiento –remarcó Rossi– tiene la intención de habilitar también estos temas. Si se trata de un Grupo C o son el Grupo A prima.”
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.