Quienes hayan estado en la movilización en reclamo por la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual habrán podido ver una columna en la que no faltaban las banderas rojas. En la cabecera se veían caras conocidas de la actualidad parlamentaria, como Martín Sa-bbatella y Carlos Heller, pero el dato novedoso era la presencia de militantes del Partido Comunista Argentino (PC), que encabeza Patricio Echegaray, en la marcha por la ley de medios. El respaldo militante de los jóvenes de la Federación Juvenil Comunista ratificó una vez más el posicionamiento que decidió asumir el PC tras analizar la actualidad y debatir fuertemente en su seno. La idea es apostar al espacio que se está agrupando en torno de Sabbatella y Heller, dos figuras con un conocido paso por las filas del comunismo. Como esos referentes del centroizquierda, el PC dice haber encontrado la fórmula para posicionarse ante el Gobierno: según sus propios dirigentes, la clave consiste en apoyar ciertas medidas, cuestionar otras y advertir que el enemigo principal es la derecha.

El PC no oculta su acuerdo con ciertas iniciativas concretadas por el kirchnerismo como la Asignación Universal por Hijo, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y, también, la designación de Néstor Kirchner en la Secretaría General de Unasur. “Nuestra posición es de absoluta autonomía. Y apoyamos y tenemos una mirada positiva en las cuestiones en las que el Gobierno va en línea con los procesos latinoamericanos avanzados”, dice el secretario adjunto del PC, Víctor Kot. Con el secretario general del partido, Patricio Echegaray, de viaje hacia Vietnam, adonde fue invitado para participar del 120º aniversario del nacimiento de Ho Chi Minh (hará una ponencia en unas jornadas sobre el pensamiento del líder independentista y su influencia sobre la política mundial), Kot charló ayer con Página/12 sobre los movimientos del PC.

La aparición de comunistas en movilizaciones donde se defienden iniciativas del kirchnerismo no es una novedad. De hecho, desde hace más de cinco años, el Partido Comunista Congreso Extraordinario (PCCE), una escisión histórica del comunismo que armó su propio partido y que encabeza desde hace años Jorge Pereyra, viene acompañando las políticas oficiales y su rama juvenil, que también se llama Federación Juvenil Comunista, suele asistir a las marchas convocadas por el oficialismo. En el caso del Partido Comunista, la postura ante el Gobierno implica apoyos pero también cuestionamientos. “Somos críticos, muy críticos, de la ley de partidos políticos. Es muy regresiva y negativa, porque limita el accionar de los partidos más pequeños y vuelve a concentrar todo en el bipartidismo. Ya lo hemos expresado en una solicitada”, dice el secretario adjunto del PC.

–¿Por qué están en contra de la Ley de Reforma Política?

–Porque impone medidas de restricción en la posibilidad de lograr nuevos afiliados para los partidos. Cuestiones onerosas, difíciles de cumplir para los partidos más chicos como la necesidad de contar con fotocopia de los documentos de la gente que se afilia a los partidos. La gente cuando se afilia no lleva el DNI.

La Ley de Reforma Política está aprobada por el Congreso. A pesar del tiempo transcurrido desde la sanción en el Parlamento –se aprobó el 2 de diciembre de 2009–, la Presidenta todavía no firmó el decreto reglamentario.

El miércoles pasado, Echegaray estuvo reunido con el dirigente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, en el histórico comité central del PC de la avenida Entre Ríos. Uno de los temas de conversación fue el funcionamiento del Banco del Sur, que se formaría con parte de las reservas de los bancos centrales del subcontinente. Pocos recuerdan que Kirchner y Rafael Correa fueron los principales ideólogos de la iniciativa.