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El canciller Héctor Timerman criticó ayer la repercusión que recibió el exabrupto de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien el martes durante un acto de apoyo a la ley de medios había pedido “tomar el Palacio de Tribunales”. “El eje del debate es ley de medios de la democracia o ley de la dictadura, y no los hechos de Hebe”, expresó Timerman. La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, también minimizó el episodio al asegurar que Bonafini “tiene un carácter especial”. “Cada uno sabe qué es lo que siente y lo que dice. Yo no soy quién para censurar a nadie”, explicó.

Las aclaraciones tuvieron lugar luego de otra jornada en la que los miembros de la oposición hicieron fila para criticar los dichos de Bonafini. La titular de Madres había sido una de las oradoras del acto en Tribunales, que bajo la consigna “La ley es para todos” había convocado la Coalición por una Radiodifusión Democrática ante la inminente resolución de la Corte Suprema sobre un amparo del Grupo Clarín.

“¿Por qué los medios no resaltan el discurso de Estela (de Carlotto) sobre (Héctor) Magnetto y los robos de bebés, acaso eso no es más grave que los dichos de Hebe?”, se preguntó por la mañana Timerman desde su cuenta de Twitter. En el mismo sentido, Carlotto insistió en desestimar la importancia de las declaraciones: “Ella es una señora que tiene un carácter especial –sostuvo–. La respeto en el sentido de su dolor y de su autonomía institucional, pero siempre aclaro que no comparto, que no soy así. No tenemos por qué ser iguales, cada una sabe qué es lo que siente y lo dice, y yo no soy quién para censurar a nadie”, expresó.

Para el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, “lo que dijo Hebe hay que verlo dentro del contexto general sobre la ley de medios”. “Hay una pugna muy dura sobre esto. La Corte se va a manifestar de acuerdo con su criterio y en libertad, sin presiones”, sostuvo.

Pérez Esquivel dijo que la titular de Madres es “una compañera de militancia en defensa de los derechos humanos, una persona que ha sufrido muchísimo, una gran luchadora”. Consultado sobre la arenga de Bonafini, el presidente del Serpaj evaluó que se trató de “un exabrupto”. “Hebe es muy impulsiva, también es una persona que está reclamando cosas que reclamamos todos. Es su criterio, no el de toda la gente que estaba ahí”, concluyó.

Ajenos al tema de fondo, ayer continuaron llegando los repudios hacia Bonafini. El jefe del bloque de senadores de la UCR, Gerardo Morales, presentó un proyecto de declaración con “su más enérgico repudio” al llamado de tomar el Palacio de Tribunales y se mostró preocupado “por las expresiones de intolerancia, incitación a la violencia y alteración del orden público vertidas por la titular de las Madres de Plaza de Mayo”. El radical también criticó a Timerman por haber “perdido el sentido de la diplomacia” al minimizar las declaraciones de la presidenta de Madres.

Más tarde se sumaron el Episcopado –quien mediante un comunicado firmado por el obispo Jorge Casaretto clamó por la “defensa de las instituciones republicanas”– y el ex presidente Eduardo Duhalde. El precandidato del Peronismo Federal dijo que los dichos de Bonafini “intentaron socavar la división de poderes, atentando contra el estado de derecho y avasallando al Poder Judicial”. De acuerdo con Duhalde, “los ataques deliberados a la Corte Suprema de Justicia de la Nación no hacen más que contribuir a la degradación institucional en que se encuentra hoy la Argentina”.

Completando los rechazos del arco opositor, ayer se conocieron un total de cinco denuncias contra la titular de Madres. Una de ellas fue la del abogado Denis Pitté Fletcher. Otra, del legislador denarvaecista Daniel Amoroso, quien presentó una denuncia penal contra la titular de Madres bajo la figura de “instigación a cometer el delito de atentado al orden constitucional” y “apología del crimen”, mediante una presentación radicada en el Juzgado Federal Número 3 de Daniel Rafecas.