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“No tenemos dudas de que Binner va a ser candidato a presidente porque es la voluntad unánime de los afiliados del socialismo del país”, afirmó ayer, categórico, el secretario general del PS, Carlos Roberto. Al gobernador de Santa Fe se lo reclaman los propios socialistas que lo llevaron a la Casa Gris, los socialistas del resto de las provincias y también sus eventuales aliados: Margarita Stolbizer, Luis Juez, Fernando “Pino” Solanas y Víctor De Gennaro, entre otros. Hermes Binner lo sabe y lo comparte, pero lo va a transmitir los primeros días de esta semana. Hasta ayer, el gobernador estaba esperando que se cristalice la ruptura con el radical Ricardo Alfonsín y que quede en evidencia su giro a la derecha con la alianza con Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires. El único obstáculo a resolver ahora es la relación con la UCR en dos distritos, La Pampa y Entre Ríos, donde el jefe del bloque de Diputados, Lisandro Viale, renueva su banca.

A su modo, Binner había confirmado sus aspiraciones al día siguiente de la victoria de su delfín Antonio Bonfatti en la primaria abierta santafesina. En diálogo con Página/12 y otros medios, el gobernador respondió que tiene ganas de ser candidato pero por prudencia no cerró la puerta a un entendimiento con los radicales. “Por supuesto que tengo ganas. Pero no solo; hace falta construir con mucha gente. Y también podemos acompañar”, sostuvo hace dos semanas. Desde entonces, los socialistas se dedicaron a agotar todas las instancias de negociación antes de dar señales en ese sentido.

Pero la alianza con Francisco de Narváez se convirtió en un obstáculo insalvable para los socialistas, que hasta la aparición del Colorado soñaban con ser los aglutinadores de un espacio de centroizquierda amplio, que incluyera al alfonsinismo y a los otros socios. “Hace más de un año que venimos trabajando en una dirección y ahora nos cambió todo el escenario. Por eso hacen falta un par de días más”, sostiene la diputada Alicia Ciciliani, una de las dirigentes más cercanas a Binner.

Salvo el gobernador, no existe ningún dirigente de peso que no se haya expresado públicamente a favor de su candidatura. El intendente de Rosario, Miguel Lifschitz; el senador Juan Carlos Zabalza, Bonfatti, Ciciliani y Roberto, por el socialismo. Stolbizer, Solanas, Juez y De Gennaro como aliados. El operativo clamor se instaló con fuerza después de la primaria, pero ya venía de antes.

Existen tres posibles compañeros de fórmula. Stolbizer, que prefiere evitar un tercer intento en Buenos Aires y sumarse al binomio nacional. Pero su figura es la más convocante en ese distrito, que representa el 38 por ciento del padrón nacional. El sindicalista de la CTA, Víctor De Gennaro, es el otro aspirante y por el lado de Proyecto Sur asoma la diputada Alcira Argumedo. “Eso lo tiene que decidir Binner, con quien se sienta más cómodo”, sostiene un dirigente del riñón del socialista.

La decisión institucional la tomará el congreso nacional del socialismo, convocado para el sábado 11 en el Hotel Bauen. Sin embargo, varias fuentes del entorno del gobernador reconocieron que la definición será “a más tardar los primeros días de la próxima semana”. Resulta que el 15 de junio es el cierre de alianzas y no pueden esperar hasta esa fecha para sentarse a negociar con las otras fuerzas.

Pero sobre la mesa hay también algunas dificultades. La ruptura a nivel nacional traerá turbulencias en Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa. En Santa Fe los beneficia que la elección es desdoblada, por lo que en todo caso habrá lista de diputados nacionales separadas pero irán juntos el 24 de julio. En Entre Ríos, en cambio, la elección es simultánea y corre riesgo la banca de Lisandro Viale como diputado nacional. En La Pampa, el radical Juan Carlos Marino y el socialista Adrián Peppino comparten el binomio al Ejecutivo local, que seguramente se quebrará. En esa cuenta, existen también quienes consideran que le aportará más bancas acordar con la UCR en varios distritos, ya que el alfonsinismo se verá afectado por la competencia con Binner.

Un problema más. El financimiento de una campaña nacional con el radicalismo era más sencillo y ahora deberán conseguir recursos propios para solventarla. En términos personales, Binner también sabe que arranca de abajo, que su nivel de conocimiento fuera de Santa Fe es bajo y que le costaría mucho entrar en un eventual ballottage. En ese caso, quedaría sin ningún cargo político.

Estos argumentos despiertan dudas de algunos que ven como plan intermedio una candidatura de Binner a diputado nacional y un acuerdo con Alfonsín para acompañarlo a nivel distrital, sin integrar el frente nacional. “Los radicales siempre creyeron que Binner iba a ser su vice o no iba a ser nada. Eso demuestra dos cosas. Que no lo conocen a Binner y que son muy soberbios”, se confía un diputado que conoce tan bien a los radicales como a los socialistas.

“Ponele una fichita a Hermes mañana (por hoy). Es un buen día, es su cumpleaños. Tal vez nos regala y se regala la candidatura presidencial de este espacio”, concluye entre risas un importante dirigente que integra el colectivo de partidos de centroizquierda que apoyará la candidatura presidencial del santafesino. Si no es hoy, el regalo llegaría un par de días después.