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El titular del Afsca, Gabriel Mariotto, asegura que se enteró de su designación como candidato a vicegobernador por Daniel Scioli.

“Me llamó el gobernador ayer a las tres de la tarde, diciéndome que me había elegido para acompañarlo. Le agradecí, estoy todavía conmovido con la designación y muy honrado con esa distinción”, sostiene en un bar de San Telmo mientras apura un tardío almuerzo. Luego de la entrevista irá a encontrarse con Scioli para viajar juntos a Olivos al anuncio de Cristina Kirchner. Mariotto explica que si llegó a esta candidatura no es para confrontar sino “para sumar”, que recibirá instrucciones del gobernador para cumplir su función aunque, como todo vice, aspira a formar parte en las discusiones de las líneas políticas de la gestión.

–¿Su candidatura no fue una imposición de la Presidenta a Scioli?

–Exactamente lo mismo decían hace cuatro años cuando Alberto Balestrini fue candidato a vicegobernador. En ese momento era una imposición de Néstor Kirchner para poner un comisario político. Hay una expectativa en algunos sectores del poder y algunos medios del sistema en querer profundizar una visión de distancia entre el gobierno nacional y el provincial. Daniel Scioli es un compañero que puede tener un estilo distinto, como todos tenemos estilos distintos dentro del peronismo, pero que aceptamos, y formamos parte de una conducción que ejercía Néstor Kirchner y ahora Cristina.

—”Comisario político” fue otra expresión que se utilizó para hacer referencia a cuál será su función en el futuro gobierno provincial.

–Lo que llega es un compañero que viene a sumar en la construcción política. En mi caso encuentro una gran ventaja: la mejor campaña es la gestión de Daniel.

–Otra especulación tenía que ver con un supuesto malestar de los intendentes. ¿Cómo imagina su relación con ellos?

–Siguen siendo especulaciones. Con la mayoría de los intendentes de nuestro espacio yo tengo una excelente relación. Con los intendentes que no son de nuestro espacio tengo un trato respetuoso. No veo ningún inconveniente.

–Se supone que Scioli aspira a ser candidato a presidente en 2015, ¿qué rol se imagina desempeñando en ese plan?

–Son suposiciones. Esto de andar proyectando groseramente expectativas electorales futuras es un despropósito. Lo que hay que hacer es gobernar, construir y trabajar. En la medida en que la gestión sea exitosa esas expectativas, de existir, podrán llevarse a cabo. En el caso de Scioli, yo creo que lo que quiere es ser un excelente gobernador. Si se cumple con ese rol, y yo lo puedo ayudar a que sea el mejor gobernador de la historia de la provincia, las expectativas que podemos tener como sector se pueden cumplir. Pero no se puede poner el capricho adelante, o la interpretación de lo que puede ser un capricho.

–Scioli siempre fue cuidadoso en el enfrentamiento que el Gobierno tiene con algunos medios. ¿Su inclusión en la fórmula significa que eso cambiará?

–Institucionalmente la provincia de Buenos Aires participó en la construcción de los foros que hicimos. La provincia fue muy activa en la elaboración de los contenidos que el proyecto incorporó.

–Pero, tal vez por una cuestión de estilos, Scioli nunca salió a pelearse ni tuvo declaraciones en contra del Grupo Clarín, como es su caso.

–Nadie le pide a nadie que se pelee. El proyecto no se pelea tampoco, el gobierno nacional no se pelea. Acá los únicos que se han peleado con el gobierno nacional por impulsar la Ley de Medios son los grupos monopólicos. El gobierno nacional lo único que hizo fue llevar adelante una serie de conceptos que ampliaban ciudadanía y que garantizaban democracia comunicacional.

–Algunos sectores cercanos al kirchnerismo suscribieron un Acuerdo para la Seguridad Democrática que chocaba con la política de seguridad de Scioli en ciertos aspectos. ¿Cuál es su posición?

–Soy un auxiliar del gobernador en esto. Voy a recibir instrucciones del gobernador, no estoy en este lugar para confrontar. Sí vamos a reflexionar juntos, a dialogar, y a construir las políticas del proyecto nacional en la provincia. Yo vengo a sumar, a recibir instrucciones y a incorporarme a una gestión muy exitosa.

–¿Habló con la Presidenta sobre su designación?

–No, tuve un saludo telefónico. Lo que estoy teniendo es un contacto permanente con el gobernador.

–¿Se reunieron? ¿Qué conversaron?

–Sí, tuve una reunión y estamos permanentemente hablando por teléfono.

–¿Hablaron sobre la función que tendría como vicegobernador?

–No, hemos hablado sobre aspectos generales y de cómo vamos a llevar adelante la campaña con el objetivo de aportar al proyecto nacional para que Cristina gane en primera vuelta.

–¿Usted se imagina alguna función específica más allá de la habitual en un vicegobernador?

–No, la que me asigne el gobernador. Scioli fue vicepresidente, sabe cómo se tiene que cumplir el rol del vice y qué es a lo que aspira un vice. Seguramente me va a dar el rol que los vices siempre aspiran: poder participar de las reuniones, del debate y ser beneficiario de una serie de responsabilidades para llevar adelante. Soy un hombre del gobernador y voy a estar en línea con las instrucciones que reciba de él.

–La oposición asegura que va a revertir en estos meses las encuestas que muestran a Scioli al frente en intención de voto, ¿cómo lo ve?

–Lo veo al revés. La oposición está a la deriva, ha perdido identidad y ni en la Nación ni en la provincia tienen posibilidad cierta de poner en riesgo la continuidad del proyecto.

–¿Por qué dice que perdió la identidad?

–Porque entregó su propia convicción filosófica de pertenencia partidaria para defender los intereses de un grupo monopólico. A nivel nacional son colectoras del Grupo Clarín. Tanto Alfonsín, como Elisa Carrió o Duhalde están planteando que si llegaran al gobierno volverían a los términos de la ley de la dictadura, devolviéndole a Clarín la posición dominante del monopolio. En esa operación han perdido identidad las ideas políticas que le dieron sustento a un partido centenario como la UCR que, entre otras cosas, se dejó comprar por otro partido político.

–¿Coincide con los que sostienen que su inclusión en la fórmula puede servir para restarle votos a la lista de adhesión de Martín Sabbatella?

–No, yo me veo sumando desde lo que significa la incorporación de amplios sectores de la ciudadanía al proyecto nacional a partir de la construcción colectiva de la Ley de Medios, de muchos sectores que habían tenido gran apatía con la política vieron desempolvadas esa posibilidad de convertir frustraciones en compromisos y asumieron el proyecto nacional. Todos esos sectores que participaron activamente en la movilización por la Ley de Medios seguramente se van a ver interpelados con esta fórmula.