“¡Cómo están, Obras, buenas tardes!” El ministro de Economía y candidato a vicepresidente por el Frente para la Victoria, Amado Boudou, abrió el encuentro en el estadio del Club Obras Sanitarias como un rockero, y lo cerró también como un rockero, después de un largo recital junto a La Mancha de Rolando. Su discurso se focalizó en los logros del Gobierno, como la estatización de las AFJP y la Asignación Universal por Hijo. Siguiendo la estrategia de resguardar la intención de voto de la Presidenta, el ministro fue el único orador del acto, aunque lo acompañaron los candidatos a diputados Roberto Feletti, María del Carmen Bianchi, Andrés “El Cuervo” Larroque, Juan Carlos Junio y Mara Brawer.

De jeans, zapatillas con cámara de aire y una campera deportiva negra y blanca con detalles estampados, Boudou caminó por la pasarela que unía el escenario central del estadio con una tarima que se erguía entre el público, unas tres mil personas con remeras blancas con la inscripción “Fuerza Argentina”. De los aplausos y bombos que provenían de los jóvenes de La Cámpora, JP Evita y Kolina surgió la consigna central del acto: “Para Cristina, la reelección”.

“¡Por supuesto!”, contestó el ministro. “Pero también reflexionemos sobre por qué la reelección, por qué les vamos a pedir a nuestros compatriotas que vuelvan a darle a Cristina esa responsabilidad.” Con ese pie, el discurso pasó por varios items de la gestión kirchnerista, desde el 2003 hasta la actualidad. Destacó que el ex presidente Néstor Kirchner recompuso la autoridad presidencial, “en un país que ni siquiera era un país, donde los presidentes se sucedían el uno al otro”. Luego, recordó: “Tuvo que venir Kirchner para bajar el cuadro de Videla”, aseveró, y los bombos volvieron a retumbar.

El ministro aprovechó el recorrido histórico por la gestión para pegarle a la oposición. Habló de la negociación de Kirchner con el FMI, y remató: “Muy distinto de lo que hizo la Alianza con Patricia Bullrich, con (Fernando) De la Rúa, con (Gerardo) Morales. Ellos prefirieron sacarles el 13 por ciento a nuestros jubilados y docentes para pagarle al FMI”. En ese momento, una silbatina interrumpió a Boudou. “¡Ya se fueron!”, contestó.

Entre los avances de la gestión, Boudou mencionó la cumbre del 2005 en Mar del Plata, donde la Argentina definió que no se integraría al ALCA. “Imagínense lo que sería nuestro país si aún tuviéramos relaciones carnales con Estados Unidos”, reflexionó. También enumeró la creación de 5 millones de puestos de trabajo, la incorporación de 2,5 millones de jubilados al sistema previsional, la movilidad jubilatoria, y la Asignación Universal por Hijo. “En nuestro país, en la punta de la mesa se sienta el jubilado que recibió la jubilación. Se sientan los chicos, que reciben la AUH. Pero sobre todo, se sientan los papás y las mamás, que ahora tienen trabajo”, remató. “La única renovación política está dentro de nuestra fuerza, enfrente vemos a los mismos carcamanes de siempre”, aseveró y dijo también sobre sí mismo que “el próximo 11 de diciembre va a haber un vicepresidente que siempre va a votar positivo”.

“¿Tienen ganas de escuchar a La Mancha?”, preguntó el ministro. “Pero tenés que tocar vos, amigo. Si no, no”, lo desa-fió Manuel Quieto, el líder de La Mancha de Rolando. Entonces, Boudou se colgó la guitarra y, mordiéndose el labio inferior y con ademanes cancheros, arrancó con los primeros acordes de “Arde la ciudad” entre una lluvia de papelitos.

Antes, Boudou –también con la guitarra a cuestas– había recorrido Mercedes, la Matanza y Morón, junto al director de Anses, Diego Bossio, y los responsables de La Cámpora Eduardo “Wado” de Pedro y José Ottavis.

Informe: Sol Prieto.