Kerry, Timerman y Ban-Ki moon en la votación del sábado.
Imagen: DyN.

El canciller Héctor Timerman renovó el pedido ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que se prohíba todo suministro de armas a las partes del conflicto en Siria. En línea con el discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de ésta semana en el hemiciclo de la ONU, el canciller argentino remarcó que esta es una de las formas de intervenir en forma eficaz en el conflicto.

“Desde hacía más de dos años, semana tras semana, sólo escuchábamos informes que daban cuenta de más muertes, más refugiados, más desplazados, más violencia, más provisión de armas para las dos partes”, consideró Timerman en una reunión del Consejo de Seguridad el viernes por la noche.

A raíz de esto, el canciller renovó su pedido para que el Consejo de Seguridad de la ONU evite la llevada de armas convencionales a ese país y consideró que esos instrumentos bélicos fueron los que causaron el 99 por ciento de las víctimas, en lugar de las armas químicas que presuntamente se utilizaron el 21 de agosto.

El canciller remarcó que, con la aprobación unánime de la resolución que plantea el desmantelamiento de las armas químicas en Siria, el Consejo de Seguridad “asume finalmente la responsabilidad de estabilizar la situación”. Timerman señaló que, de esta forma, el Consejo toma la responsabilidad de “contribuir a construir una paz duradera reafirmando la vigencia del multilateralismo como piedra angular del sistema de seguridad colectiva establecido por la Carta de las Naciones Unidas y única garantía para evitar que el mundo sea rehén de la ley del más fuerte”.

Timerman afirmó que “se vio con nítida claridad cómo jugaban mezquinos intereses geopolíticos en Siria y la región, más interesados en profundizar el conflicto que en resolverlo”. El canciller consideró que “no caben dobles estándares ni los eufemismos cómplices: el uso de armas químicas constituye un crimen de guerra y de lesa humanidad no pudiendo quedar impunes quienes lo hayan perpetrado”.

“El horror de la utilización de las armas químicas no debe ensombrecer la necesidad de recordar que el 99 por ciento de las víctimas lo han sido por el uso de armas convencionales”, insistió Timerman.

La Argentina ocupa el rol de miembro no permanente del Consejo de Seguridad por América latina y el Caribe. En su discurso del 6 de agosto, cuando asumió ese lugar, la Presidenta indicó que “casi premonitoriamente proponíamos la reforma del Consejo de Seguridad porque sosteníamos que su funcionamiento databa de la posguerra”. “Ese instrumento hoy se ha demostrado totalmente antifuncional y obsoleto, no solamente en la cuestión siria. El derecho a veto se transforma en un obstáculo”, remarcó Fernández de Kirchner, quien destacó que el tema sirio se convirtió en un debate en la ONU y no en una colección de monólogos de cada jefe de Estado. En una clara crítica a la política que buscaba imponer el presidente de Estados Unidos hacia Siria, Fernández de Kirchner indicó que en ese país “el 99,99 por ciento de esas personas han muerto por medio de armas convencionales, no de armas químicas”. “No hay guerras justas, sólo la paz es justa”, definió la Presidenta.