Domingo, 21 de junio de 2015 | Hoy
EL PAíS › ALFREDO CORNEJO Y ADOLFO BERMEJO SE DISPUTARáN HOY LA GOBERNACIóN DE MENDOZA
El radical encabeza una alianza que reúne a la mayoría de la oposición. El peronista busca mantener a ese partido en el gobierno provincial. También compite Noelia Barbeito, del FIT.
Por Miguel Jorquera
Desde Mendoza
La veda electoral congeló la campaña como el frío cordillerano a los mendocinos. Aunque la jornada de hoy promete ser caliente y con un final ajustado e incierto en la disputa por la gobernación de Mendoza entre sus dos principales candidatos: el radical Alfredo Cornejo del Frente Cambia Mendoza –que aglutina al radicalismo, el PRO, los demócratas, la Coalición Cívica, el GEN y Libres del Sur– y el peronista Adolfo Bermejo del Frente para la Victoria (FpV). Aunque cada uno se refugia en sus propios números, ninguno descarta que haya un final “cabeza a cabeza”. Desde el radicalismo, afirman que Cambia Mendoza mantuvo e incluso amplió los cuatro puntos de diferencia que sacó de ventaja en las primarias de abril. En el FpV insisten en que achicaron la diferencia de las PASO, la emparejaron y que su proyección le anticipa un triunfo ajustado sobre su adversario. La tercera en discordia es Noelia Barbeito, la candidata del FIT-PTS, que aparece con una intención de voto que no solo consolida al frente de izquierda como tercera fuerza provincial sino que recoge votos de ambos espacios y que al final de la jornada de hoy podría inclinar hacia un lado u otro la balanza de paridad entre los frentes mayoritarios. Un cielo despejado y el sol acompañaron a los mendocinos en la previa de la elección que definirá a su nuevo gobernador, aunque no lograron calmar el frío que acompañaba el fuerte viento que por momentos bajaba de la cordillera. Tampoco alcanzó para aplacar las dudas que expresan por el resultado electoral, que definirán hoy 1.352.973 ciudadanos habilitados para votar en 3980 mesas distribuidas en todo el territorio provincial
Claro que no todos vivieron de la misma manera la vigilia, especialmente los candidatos. Bermejo dialogó con periodistas –incluido el enviado de Página/12– de manera distendida, se mostró optimista pero cauto. El acuerdo al que arribaron rápidamente las distintas corrientes internas del FpV –entre el PJ y el kirchnerismo más puro– para el armado de las listas nacionales de las PASO de agosto fue una continuidad de los acuerdos previos que le permitieron encarar la campaña de forma conjunta tras las primarias mendocinas.
Una “muestra de unidad”, que según Bermejo, volvió a posicionar al peronismo mendocino en condiciones de retener la gobernación que conduce desde hace dos mandatos en la provincia. Según los números que maneja el senador nacional, a lo largo del último mes y medio el FpV comenzó a remontar la cuesta, para emparejar en el tramo de la campaña a la alianza opositora Cambia Mendoza y con una embestida final, cuya proyección le vaticina un triunfo ajustado en una elección que imaginan muy pareja.
Ayer, su compañero de fórmula, Diego Martínez Palau, y otros candidatos y dirigentes del FpV, concentraban esfuerzos en municipios clave del Gran Mendoza, como los populosos Guaymallén y Las Heras, y también en distritos menores que podrían resultar fundamentales si el escrutinio se define por escasos votos.
El clima no fue el mismo en el frente Cambia Mendoza. La fórmula que comparten los radicales Alfredo Cornejo y Laura Montero trató de concentrar sus últimos esfuerzos de campaña en la fiscalización de los comicios pero no pudieron permanecer aislados de la dura puja entre la UCR y el PRO por el armado de las listas nacionales para las PASO de agosto.
Cerca de Cornejo, afirman –anclados en sus propios sondeos– que de mínima “mantenemos la ventaja” de las primarias y que de máxima “la ampliamos”. Aunque tampoco desbordan de optimismo, tal vez porque los propios números que le daban una amplia ventaja en las primarias (incluso por encima de diez puntos) terminaron reduciéndose solo a cuatro puntos.
Mientras los que trabajan en la fiscalización de la alianza se proponían tener dos fiscales propios en cada mesa de Guaymallén y Las Heras, los principales dirigentes radicales que participaban del armado de las listas nacionales con sus aliados amenazaban con romper la alianza e ir a internas con lista propia si el macrismo no renunciaba a sus pretensiones. La UCR quiere renovar todos los cargos legislativos nacionales que pone en juego en la provincia: dos senadores y un diputado encabezando una boleta común. Pero el PRO, en alianza con los demócratas locales y la CC, ya se habían repartido los cargos expectantes en la boleta de diputados. En la tarde-noche mendocina había un principio de acuerdo que se terminaría sellando a medianoche si prospera. Si la alianza termina partida, se suma otra encrucijada más para Cornejo, que a pesar de su condición de radical ya se pronunció a favor de la candidatura presidencial de Macri y no por la de su jefe partidario Ernesto Sanz.
El FIT fue la tercera fuerza que perforó el piso de las PASO mendocinas y alcanzó un seis por ciento de los votos. Las encuestas de las principales fuerzas le asignan una intención de voto que oscila entre ese piso del seis y el nueve por ciento. Su candidata Barbeito y su principal referente, el diputado nacional Nicolás del Caño, coinciden en señalar que están consolidando electoralmente su fuerza pero que también arañan los votos “más progresistas” de las dos principales fuerzas que “no se sienten representados” por las candidaturas ni perfiles de Cornejo y Bermejo.
Por eso plantearon su preocupación por la fiscalización de la elección en aquellos lugares donde sus fiscales no son suficientes para atender todas las mesas de votación. Especialmente porque sus votos podrían perjudicar las aspiraciones de los principales candidatos. En el FIT también presagian un final ajustado por la gobernación pero se muestran optimistas a la hora de ampliar su representación en la Legislatura mendocina.
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