Domingo, 21 de junio de 2015 | Hoy
EL PAíS › ENTREVISTA A ANíBAL FERNáNDEZ Y MARTíN SABBATELLA, INTEGRANTES DE UNA DE LAS DOS LISTAS DEL FPV PARA LA GOBERNACIóN BONAERENSE
El jefe de Gabinete y el líder de Nuevo Encuentro confían en que le ganarán las PASO a Julián Domínguez y Fernando Espinoza. Ratificaron el liderazgo de CFK y apoyaron la fórmula Scioli-Zannini.
Por Nicolás Lantos y Sebastian Abrevaya
En una semana cargada de novedades por el cierre de listas, una de las principales sorpresas fue la conformación de dos fórmulas del Frente para la Victoria para competir por la gobernación bonaerense. Los primeros en anunciarlo fueron el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el titular de la Afsca, Martín Sabbatella, quienes se presentaron en sociedad tras la declinación de Florencio Randazzo. Confiados en que resultarán vencedores en las primarias del próximo 9 de agosto, el dirigente peronista y el líder de Nuevo Encuentro aseguran que la presidenta Cristina Fernández continuará siendo la líder del espacio luego del 10 de diciembre; ratifican que se sienten representados por el binomio Scioli-Zannini y sostienen que expresan la diversidad del Frente para la Victoria.
–¿Cómo surgió esta fórmula?
Aníbal Fernández: –Es más simple de lo que se supone, porque yo había manifestado la vocación de ser candidato a partir de que un grupo de intendentes me lo vienen a plantear. No venía haciendo encuestas ni cosas por el estilo, ellos vienen con las encuestas a mostrarme que era el tipo que mejor medía. Ante esta situación la Presidenta me llama para un trabajo un sábado. Cuando terminamos le pregunté si podía hablarle de un tema personal y le conté: “Mire, está pasando esto. Si me decís que me quede quieto, me quedo quieto; si me decís que participe, participo”. Pedí instrucciones. “No, no. Metete, dale, vamos”, me dijo. Y empecé, siempre con la duda de cómo termina esto, a dónde vamos, uno por ahí hace el esfuerzo... en el 2007 ya me había pasado: hice 130 mil kilómetros. Después no se dio. Por ahí estábamos medio pinchados en eso: ¿se va a dar o no se va a dar? Necesitaba que se definiera. Cuando se definió, atento a que todos habíamos manifestado la vocación de que Wado nos acompañara y la Presidenta prefirió que no, yo busqué a alguien que se pareciera a lo que yo soy y a dónde quiero ir y por eso lo busqué a Martín y bueno, la otra parte te la cuenta él.
Martín Sabbatella: –Cuando me llamó Aníbal y me contó además que estaba pensando en eso y que además le había preguntado a la Presidenta, yo lo primero que le dije para mí es un honor acompañar a un hombre que la Presidenta, que es la líder de nuestro movimiento, lo convoca como jefe de Gabinete. Pero le dije que yo también tenía que ir a preguntarle a la Presidenta...
–¿Entonces también lo habló con ella?
M. S.: –Yo hablé con Cristina y ella me dijo: “¿Vos estás seguro?”. Ella por supuesto estuvo de acuerdo. El le preguntó a la Presidenta si me convocaba y yo le pregunté a la Presidenta si aceptaba y los dos recibimos la aprobación de la Presidenta para esto. Esa fue la conversación. Nos juntamos entonces en la oficina de Aníbal para anunciarlo. Estamos absolutamente convencidos de que es importante tener una fórmula que exprese el kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, que exprese lo que viene viviendo la Argentina de estos años, así que estamos entusiasmados con este desafío.
–Recién decía que eligió a alguien parecido, pero a primera vista parecen dos candidatos diferentes: ¿en qué se parecen y en qué se complementan?
A. F.: –Nosotros nos conocemos desde hace muchos años, siendo yo funcionario judicial y Martín siendo intendente. Cuando él comenzó a trabajar con este gobierno empezamos a tener buena leche. De pedirle favores y hacerlos y que me los pida él y se los haga, que tienen que ver con la gestión y comportamientos análogos respecto de la relación con la gestión. Hace un tiempito habíamos estado hablando sobre qué pensábamos hacer, a ver si nos podemos juntar a encarar algo. Y pasa también que yo no siento que haya que encarar la gobernación como ha pasado los últimos 30 años. Ninguno de los anteriores gobernadores tenía una visión como la que yo tengo de cómo debe ser complementaria la tarea del vice. Yo creo que debe tener una tarea de ejecución, más allá de que tenga su responsabilidad de conducir la Cámara. Pero ese concepto sarmientino respecto a Adolfo Alsina de ir a tocar la campanilla, me parece que ya no tiene lugar. Acá hay que comprometerse con el cambio que la provincia necesita para bien. Yo no voy a romper nada. Yo me paro en lo que encuentro y construyo para arriba y por lo que hemos charlado, él piensa lo mismo, así que es muy fácil entenderse.
M. S.: –Nosotros habíamos construido sintonía en el trabajo cotidiano como parte del equipo de la Presidenta y es cierto que el kirchnerismo es un poco esto, que nosotros expresamos en esta fórmula. Creo que el kirchnerismo es una identidad que indiscutiblemente se nutre con distintas historias, tradiciones y culturas políticas y expresa una suerte de síntesis del pensamiento nacional, popular y democrático en el siglo XXI. Por lo tanto pudimos tener recorridos distintos, pero obviamente el kirchnerismo, el Frente para la Victoria y el liderazgo de Cristina es lo que unifica en términos conceptuales. Y después hay una actitud. Una cosa de sentirnos cómodos. Somos dos tipos que nos gusta laburar, que nos gusta levantarnos temprano, que nos gusta poner el cuerpo.
–En su trayectoria política ha tenido una actitud muy crítica respecto del PJ, pero ahora acompaña a un hombre claramente identificado con el peronismo...
M. S.: –Primero, el peronismo no le es ajeno a Nuevo Encuentro, como no le es ajena ninguna de las culturas populares argentinas. Nuevo Encuentro se nutre de un conjunto de tradiciones populares de nuestro país, por lo tanto también del peronismo. Nos caracterizamos justamente por ser un espacio que une. De hecho, muchísimos compañeros que conforman este espacio tienen que ver con la historia del peronismo. Pero además el kirchnerismo es justamente el encuentro de estos espacios. El kirchnerismo a mi entender justamente expresa en este momento de la historia argentina el pensamiento nacional, popular y democrático. No hay nada mas peronista que ser kirchnerista en el siglo XXI, no hay nada más yrigoyenista que ser kirchnerista y no hay nada más de izquierda que ser kirchnerista.
A. F.: –Vos sabés que a Néstor no le gustaba usar la palabra kirchnerismo, pero yo la uso porque es grafica bien claro al tipo que no viene del tronco del peronismo, que no le interesa de dónde vengo sino a donde quiero ir. Así empezó el kirchnerismo. Sumando compañeros de todos los lugares. Eso es lo que a mí me satisface. Que vos no tengas que estar haciendo identificaciones a priori ni poner carnet. El hombre de mayor confianza mía viene de la militancia radical histórica y yo no le pedí nunca que cambiara su manera de pensar. Cómo no podemos confluir todos en un mismo concepto en un país que necesita tantas cosas. Eso es lo que nunca se pudo entender. Hoy es más claro que nunca.
–¿No temen que cierto encono de intendentes del peronismo tradicional con Sabbatella pueda perjudicar a la fórmula?
A. F.: –No lo mido así eso, para nada. Yo contaba un escenario que se da en el año ’73, ’74 en la campaña en Santa Fe. El candidato a gobernador era Carlos Sylvestre Begnis, del MID, y el vicegobernador, me parece que se llamaba Gallo, era de la UOM, y lo volvía loco a Perón con Sylvestre Begnis. Tanto lo volvió loco, que en algún momento Perón le dice bueno está bien intervengamos la provincia. Dice que redacten la intervención y entonces el tipo que la redactaba le pregunta “¿Y a quién pongo de interventor?”. Y Perón le contesta: “A Carlos Sylvestre Begnis, por supuesto”. Es decir, el tipo sostenía su política del frentismo. Lo que yo entiendo, lo que nos da esta relación a nosotros, es que nos nutrimos de buena leche de ida y vuelta que confluye en una propuesta única, llamemoslé kirchnerismo, que tiene distintos matices pero van todos al mismo lugar.
–¿Qué los diferencia de Julián Domínguez y Fernando Espinoza?
M. S.: –Yo creo con sinceridad que esta fórmula expresa al kirchnerismo con claridad, lo que ha construido en estos años, y en parte tiene que ver con esto que decía Aníbal recién de la expresión del conjunto. Después nos une también una historia de conocimiento de la provincia, de gestión, los dos hemos sino intendentes, los dos estamos acostumbrados a lo ejecutivo, a la gestión y los dos siempre hemos planteado no estar en la gestión simplemente para pasar el rato, sino venir a gobernar. Y gobernar también es romper el molde. Me parece que ahí hay un perfil determinado. Me parece que nosotros tenemos que hablar de nosotros y las otras propuestas tienen todo el derecho a hacerlo y las respetamos también.
A. F.: –Con Martín no tuvimos que hacernos juramentos previos para conciliar en una propuesta común. Entendemos que estamos ya dando una propuesta común. Con los otros compañeros, pareciera que debería ser de la misma manera, entonces la discusión no tiene que darse entre nosotros. Me interesa hacerle conocer al pueblo de la provincia de Buenos Aires lo que somos capaces de hacer y a dónde queremos ir. Estoy convencido que el 9 de agosto nos va a encontrar victoriosos y ahí sí vamos a dar una discusión con otro partido político, y ahí sí tenemos cosas por discutir porque no nos parecemos. No me parezco a la derecha de Macri: no me parezco en la fórmula del haber jubilatorio, ni en las AFJP, no parezco en Aerolíneas Argentinas, no me parezco con YPF, no me parezco en los subtes, no me parezco en tantas políticas que ellos denuestan y que hoy callan arteramente para que la ciudadanía no se dé cuenta realmente a dónde quieren ir y eventualmente, sorprendida en su buena fe, puedan llegar a darles el voto. No me parezco, no quiero parecerme. Esa es la discusión política. La de acá no es discusión.
–¿Cómo tomaron la decisión de Randazzo de declinar la postulación a gobernador?
A. F.: –Yo no quiero calificar. No es mi deber eso. Yo lo que hice fue comentar porque me toca la responsabilidad de hacer conocidas las políticas públicas del gobierno.
M. S.: –Yo no hubiera actuado así, no hay ninguna duda. Y creo que hay algo que recuperó Néstor Kirchner que es el valor de la política, el valor de las ideas y eso ha permitido que miles y miles en el conjunto de la patria nos volvamos a enamorar de los proyectos colectivos. Me parece que ser parte de un proyecto es estar dispuesto a estar donde haga falta estar en función de ese proyecto.
–¿Creen que la negativa del ministro pudo haber dañado las chances del Frente para la Victoria o la autoridad de CFK?
A. F.: –No. Tendría un valor muy chiquitito el proyecto para que una cosa así pudiera generar un conflicto. No, no, no.
M. S.: –El nivel de fortaleza del proyecto, el nivel de fortaleza del liderazgo de Cristina no se daña por estas cosas, más allá de que uno pueda no estar de acuerdo con la manera de actuar de Florencio. La derecha creía que en estos momentos Cristina no iba a tener autoridad, y que la Argentina iba a un derrumbe, caída libre, apocalipsis, crisis, caos. Bueno, eso está solamente en la cabeza de ellos, en los deseos de ellos.
A. F.: –Como dicen los americanos lame duck, pato rengo, que no se dio. Siempre la iniciativa política es de la presidenta.
–¿Cómo la ven a la Presidenta en estas circunstancias?
M. S.: –Ella es la gran protagonista de este proceso electoral, de este momento. La gran protagonista también del triunfo del FpV a nivel nacional, a nivel provincial y en cada uno de los municipios del país. Porque Cristina es la líder de este proceso político que inauguró Nestor y que ella hoy conduce. Por lo tanto no tengo ninguna duda también de que Cristina deja de ser presidenta el 10 de diciembre y sigue siendo la líder de este movimiento político que tiene el rol histórico de seguir defendiendo los intereses en las mayorías populares por los próximos largos años.
–Se habló de Zannini como una garantía de la continuidad del proyecto. ¿Eso quiere decir que con Scioli no había garantías de esa continuidad?
M. S.: –He tenido y tengo diferencias con Daniel, no es ninguna novedad, lo hemos dicho siempre. Lo que no tengo ninguna duda es que dentro del Frente para la Victoria hay diferencias y hay matices y la diversidad que la presidenta conduce, hace también a la riqueza de este proyecto. Y también por supuesto yo creo que la fórmula de Scioli y Zannini nos representa plenamente y creo que garantiza la continuidad del rumbo y garantiza la continuidad de este proceso de transformación.
A. F.: –Si es él quien representa a nuestra estructura porque no hay quien compita con él... chapeau. No voy a discutir la política de otra manera. Hay un solo candidato y es el candidato que nos representa a todos. Yo soy un cuadro de la política y como cuadro de la política, si la Presidenta da instrucciones, yo cumplo. Ella no me conduce porque ella quiere, me conduce porque yo quiero que me conduzca. Yo soy el que está debajo de ese paraguas que es la conducción de Cristina Fernández de Kirchner porque creo en lo que ella hace. Cuando me va bien y cuando no me va tan bien como yo quisiera también me siento absolutamente compenetrado y convencido de la propuesta que represento. En el caso de Daniel en este caso le toca la de ir al frente en una propuesta política que nos comprende y lo de Carlos fortalece esa posición política que por supuesto me siento identificado.
–Desde diciembre va a haber una situación inédita en el peronismo, ya que van a convivir un Presidente y una conductora fuera de la Rosada...
A. F.: –Pero, ¿por qué tiene que ser malo? Vamos a tener una fuerza que es el FpV, que tiene una jefa natural que es Cristina y va a haber un presidente con todas sus atribuciones para ejecutar las políticas que entiendo oportunas y convenientes. Nosotros, Dios mediante, seremos los que llevaremos adelante una propuesta política en la provincia de Buenos Aires. El movimiento está vivo y tiene cada vez más potencia en función de las políticas que se han llevado a cabo.
–¿Qué pasa si llegara a haber diferencias?
A. F.: –Seguiremos defendiendo las mismas políticas. Puede ser que en alguna política haya alguna diferencia, habrá que ver el tema. ¿A qué hay que temerle? Yo lo que digo es: nadie puede dudar que nuestro gobierno después del 10 de diciembre no estará dispuesto a dejar que los fondos buitres le roben su dinero a los argentinos, o a que se deje de juzgar los crímenes de lesa humanidad.
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