EL PAíS › DANIEL SCIOLI CERRO SU CAMPAÑA PARA LAS PASO ANTE UN COLMADO PREDIO DE TECNOPOLIS

“Tengo los valores que demanda esta etapa”

Después de destacar todo lo hecho por Néstor y Cristina Kirchner, el candidato del FpV buscó dejar clara su propia impronta en el acto. Adelantó las metas económicas y sociales que prefigura para su eventual gobierno y dijo que las alcanzará “a mi manera”.

 Por Nicolás Lantos

El peronismo asiste a una etapa inédita de su historia. Sea cual fuere el resultado de los comicios de este año, lo que sucederá a partir de diciembre es diferente de lo que pasó en los doce años de kirchnerismo. Un anticipo de eso pudo vivirse ayer en Tecnópolis, donde el precandidato presidencial Daniel Scioli hizo el cierre de la campaña previa a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias que se celebrarán este domingo. Sin establecer un quiebre con Néstor y Cristina Kirchner (algo que es evidente desde la elección misma del lugar donde se realizó el acto, y que fue confirmado expresamente durante el discurso, en el que se mencionó a ambos y se reivindicaron las principales banderas de sus gobiernos), el gobernador bonaerense ya comienza a darle su propio color a las cosas. Escoltado por su candidato a vice, Carlos Zannini, las mujeres de los dos y una guardia pretoriana de gobernadores, sobre un escenario en forma de V, Scioli recibió el apoyo de todos los sectores que conforman el Frente para la Victoria y se mostró confiado de cara a lo que vendrá.

“Yo puedo y voy a hacer lo que haga falta. Sostener lo que haya que sostener. Profundizar lo que haya que profundizar. Cambiar lo que haya que cambiar. ¿Y saben qué? Lo voy a hacer a mi manera”, dijo Scioli en el pasaje más fuerte del acto, algo que sonó como una declaración de principios. Fue, acaso, su discurso político más extenso, bordeando la media hora, para un hombre acostumbrado a las pocas palabras pero que, se notó, ya se prepara para lo que podría llegar a ser su nuevo rol a partir de diciembre. Durante la primera parte, se dedicó a destacar lo hecho desde 2003. “Es verdad que falta, pero en Argentina antes también faltaba”, dijo, y destacó el rosario de logros del kirchnerismo, en un libreto muy similar al que suele desplegar CFK.

Scioli destacó el desendeudamiento, la creación de empleos, la reindustrialización, “cerrarle las puertas al ALCA para abrirle un camino al país”, la inversión en educación, la creación de nuevas universidades, la repatriación de científicos, la recuperación de Anses, la inclusión de jubilados, la política de derechos humanos “reconocida en todo el mundo”, la inversión pública en obras y servicios, los créditos Pro.Cre.Ar, la Asignación Universal por Hijo, YPF, Conectar Igualdad, Aerolíneas Argentinas. “Faltaba recuperar la autoestima –resumió–. ¿Y saben qué? Todo eso que faltaba lo lograron Néstor y Cristina junto a cada uno de los argentinos con su esfuerzo, con su trabajo, con su apoyo.”

El microestadio montado en el corazón de Tecnópolis rebasaba de gente. No cabía un alfiler. Varios funcionarios y figuras de primera línea tuvieron incluso inconvenientes para encontrar el lugar que les tenían reservado y terminaron mirando el acto desde un costado, codo a codo con militantes, voceros de cada uno de los invitados que querían dejar constancia de su presencia, periodistas y dirigentes de tercera y cuarta línea. En su discurso el candidato dijo que eligió el predio ubicado en Villa Martelli porque es “el emblema de la innovación, de la tecnología, de lo que viene”. En las tribunas convivían, no sin sobresaltos, banderas de diferentes colores y organizaciones: desde La Cámpora hasta un sinfín de personas llegadas de todos los municipios, cada cual con su trapo estampado con el nombre de Scioli y de su respectivo candidato local.

“Represento los valores que demanda esta etapa de la democracia. Ahora es el tiempo del desa- rrollo argentino. Voy a ser el presidente que se ocupe de que todos tengan un trabajo en blanco, con aportes y con obra social. El que haga que cada vez más argentinos tengan un empleo genuino”, prometió, haciendo foco en uno de los grandes temas pendientes para el actual gobierno. También prometió microcréditos y un banco de desarrollo para concretar “los sueños de miles de emprendedores” que “impulsarán el consumo y dinamizarán la economía”. En ese sentido, citó al papa Francisco que en su reciente visita a América latina dijo que “tierra, techo y trabajo son derechos sagrados”, y “a las tres T del Papa” propuso agregarle “las tres I del desarrollo: igualdad, inversión e innovación”.

La previa estuvo marcada por cierto nerviosismo: había más asistentes que lugares para que ocupen, lo que ocasionó roces en las tribunas. En el sector VIP, dirigentes nacionales y provinciales se codeaban, comentando algunas encuestas de último momento que mostraban al Frente para la Victoria firme en el primer lugar, aunque sin aumentar la brecha respecto de la sumatoria de Cambiemos. Otros relativizaban esos datos y decían que los guarismos de Scioli estaban tirados para abajo a propósito, para alentar al votante dudoso a que ponga su voto por el candidato peronista. Una mano gigante con los dedos en V era la escenografía elegida para las fotos: muchos dirigentes del interior querían volver a sus pagos con un retrato junto a figuras que les dieran un empujón en el último tramo de campaña.

El acto comenzó puntual, a la manera de la política. No a la hora anunciada para el público, pero sí ni un minuto después de lo que tenían anotado en sus cronogramas los organizadores: a las 18.45. Primero, en el escenario, la fórmula presidencial junto a sus dos mujeres, Karina Rabolini y Patricia Alsúa. Luego subieron al escenario los gobernadores Sergio Urribarri (Entre Ríos), Francisco “Paco” Pérez (Mendoza), Maurice Closs (Misiones), Claudia Ledesma Abdala de Zamora (Santiago de Estero), Juan Manuel Urtubey (Salta), Eduardo Fellner (Jujuy), Luis Beder Herrera (La Rioja) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego). Quedaban dos sillas, y estuvieron reservadas para el titular de la CGT oficial, Antonio Caló, y para el secretario General de la Presidencia, Eduardo de Pedro.

En la parte central de su discurso, Scioli enumeró una serie de promesas de campaña: profundizar “las políticas de género y de inclusión”, alcanzar, en materia educativa, la “brecha digital cero”, “el aprendizaje universal de una segunda lengua”, “jornada completa en todas las primarias”. También aseguró que la inversión en ciencia y tecnología pasará “del 0,6 al 1 por ciento del producto bruto” del país. “Estoy convencido de que aquí podemos fabricar casi todo”, repitió ayer, prometiendo dedicarse “personalmente” a “conquistar nuevos mercados y atraer nuevas inversiones”. Además aseguró que no pedirá “deuda para pagar más deuda”, sino que “el crédito internacional se transformará en inversión pública y privada, y no en especulación”, reduciendo “más la inflación” y aumentando el poder adquisitivo de los argentinos.

También habló de una “tercera revolución industrial” basada en “Arsat y la fibra óptica”; de “una nueva agenda de logística y transporte” con ferrocarriles, autopistas y caminos rurales para aumentar la competitividad de los productos nacionales y las economías regionales. También mencionó la “pesca y la minería sustentables”. Luego de agradecerle a Zannini por acompañarlo en la fórmula, les habló a los jóvenes, para “protagonizar el trasvasamiento generacional” que anticipó Juan Domingo Perón. Y les pidió a “los independientes y los indecisos” que voten “a favor”, “para adelante”, “por el desarrollo argentino”, y no por las propuestas opositoras. “Que no sea siempre volver a empezar”, pidió.

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Carlos Zannini y Daniel Scioli saludaron desde el escenario junto a sus respectivas esposas, Patricia Alsúa y Karina Rabolini.
Imagen: Carolina Camps
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