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“Un grupo de tareas que secuestraba en Jujuy pertenecía al Comando de Radiopatrulla de la Policía. Allí funcionaba un centro clandestino de detención (CCD) en la dictadura. El jefe era el comisario Ernesto Jaig y se sabe que tenía como mano derecha a Hugo Ruiz. Ahora, Ruiz es el rector de la escuela de policías”, explica María Eva Arroyo, de la regional jujeña de la agrupación H.I.J.O.S. (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio). Hugo Armando Ruiz es el director del Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP), donde se entrenan tanto los cadetes de la policía jujeña como los penitenciarios. H.I.J.O.S. pidió su remoción ante el gobernador Eduardo Fellner y ante la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, sobre la base de testimonios de ex detenidos y familiares que lo identifican como un cuadro de inteligencia en la represión ilegal. Todavía no tuvieron respuesta.
La denuncia fue apoyada por Madres y Familiares de Ledesma, la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, la Liga por los Derechos del Hombre y otros organismo. Según los testimonios de ex detenidos y familiares de desaparecidos que recopiló H.I.J.O.S., en 1976 Ruiz tenía cerca de 30 años y era oficial principal. “Pertenecía en ese entonces al Departamento de Operaciones Policiales, dentro del Comando Radioeléctrico. No se ensuciaba las manos: manejaba la información de inteligencia del destino de la gente y recibía a los familiares”, sostiene Arroyo.
Un testimonio de un ex detenido, Horacio Vale, lo localiza en el CCD que funcionó en el Comando Radioeléctrico, donde Vale fue torturado. “A Ruiz lo vi en el campo de concentración. No puedo asegurar que haya participado en la tortura, pero entraba al comando como uno entra a su casa, y ahí no entraba cualquier persona”, dijo Vale en su declaración en el Juicio por la Verdad frente al Juzgado Federal de Jujuy. “Allí accedía sólo el grupo especial que dependía del Ejército”, dice Arroyo.
Una segunda indagatoria lo ubica como parte de un grupo de inteligencia que trabajó en la Cárcel provincial de Villa Gorriti, sobre los presos políticos que estaban allí. “Dentro del penal había un grupo de inteligencia y enlace, que dependía del Ejército. En ese grupo había un tal Ricardo Ortiz, que trabajaba en ese área de Inteligencia. Cuando lo citan a declarar frente a la Cámara Federal de Tucumán en agosto de 1984, dice que llevaba la ficha de quienes visitaban a los presos. Y lo involucra a Ruiz como parte de ese grupo”, afirma Arroyo. De esa cárcel fueron secuestrados y asesinados por lo menos 15 presos políticos. “Le hacían firmar la libertad y los secuestraba”, resume.
Otra declaración que hizo en 1987 Lidia Gallardo, la esposa del desaparecido Paulino Galeán, frente a la Comisión Extraordinaria de la Legislatura provincial (que funcionaba junto a la Conadep), lo sitúa como uno de los que recibía a los familiares de presos políticos. Según el testimonio, ella era recibida por “el coronel (Carlos Néstor) Bulacios, otras veces por el capitán (Juan Carlos) Jones Tamayo, el teniente (Rafael Mariano) Braga o el oficial Hugo Armando Ruiz de la policía provincial. Todos ellos eran los que decidían la suerte de los detenidos”. El coronel Bulacios era jefe del Regimiento de Montaña 20 de Jujuy y responsable de los CCD de la provincia. En el 2001, en el Juicio por la Verdad, el abogado Andrés Fidalgo también lo identificó a Ruiz como parte de la “policía provincial- inteligencia RIM20”.
“La Justicia lo mandó a llamar en 1984 y dice que no sabía nada, que era sólo un oficial joven”, relata Arroyo. Ruiz logró reciclarse y actualmente es el director del ISSP. “Ellos tienen un discurso de un perfil de derechos humanos, de despegarse de la represión con la nueva generación de jóvenes. Pero todo el discurso se cae a pedazos cuando el rector es un hombre como Hugo Ruiz”, denuncia. Además, Ruiz está citado para el Juicio por la Verdad en Jujuy. “Si trabajaste en el Comando de Radiopatrulla, en el Ejército y fuiste el secretario privado de Jaig, no podés no saber lo que pasaba”, asegura Arroyo sobre el silente Ruiz. H.I.J.O.S. tuvo una reunión con el ministro de Gobierno, Armando Berruezo, de quien depende el cargo de Ruiz. “El gobierno lo sigue sosteniendo a pesar de las denuncias de los organismos”, denuncia Arroyo. Esta semana, H.I.J.O.S. pidió una reunión con el gobernador Fellner. Página/12 intentó comunicarse en varias oportunidades con el gobernador y con varios de sus funcionarios, pero no hubo ninguna respuesta oficial. Mientras el gobierno provincial guarda silencio, Ruiz sigue dando cátedra.

Informe: Werner Pertot.