EL PAíS
Fanchiotti, de malas
Un perito balístico manifestó que uno de los principales acusados en la causa, el ex comisario Alfredo Fanchiotti, se encontraba “recargando” su arma en una secuencia de fotos previa al asesinato del piquetero Maximiliano Kosteki, durante la llamada masacre de Avellaneda. Además, el especialista Martín Durán, de la Fiscalía General de Lomas de Zamora, determinó que desde donde estaba ubicado el comisario, a 79,10 metros del piquetero, las postas de plomo pegan “sin rebote” al blanco. El perito determinó que durante las pruebas que se llevaron a cabo en el aeródromo de La Plata, “a 80 metros, el cartucho atravesó las placas de fibrofácil de un centímetro de espesor y marcaron unos tambores de metal que estaban ubicados atrás”. Esta afirmación descarta la hipótesis dada por los abogados de Fanchiotti, por la cual el piquetero pudo morir por el rebote de una posta de plomo que se alojó en su tórax. Por otra parte, al exhibírsele una foto en la que el tambor de almacenamiento del arma del ex comisario poseía un brillo, Durán aseguró que ese tipo de coloración se consigue cuando “la chimaza está en movimiento, o sea, cuando se recarga el arma”. La foto, que corresponde a una agencia de noticias nacional, fue tomada instantes antes del asesinato de Kosteki y de que fuera herida la manifestante y querellante en la causa, Aurora Cividino. En la imagen, también se pudo ver junto a Fanchiotti una vaina servida color rojo.