“Con la Argentina no hay más nada que hablar”, dijo categórico el presidente uruguayo Tabaré Vázquez, cerrando cualquier posibilidad de diálogo sobre el conflicto de las papeleras que se construyen a orillas del río Uruguay. En un reportaje publicado ayer por el semanario Búsqueda, Tabaré ratificó la construcción de las dos plantas productoras de pasta base de celulosa y puso su expectativa en los próximos pasos que su país dará en el Tribunal Internacional de La Haya.

“A veces, algunos dirigentes políticos nos piden que haya un diálogo. ¿Qué vamos a dialogar? La Argentina presentó el tema en La Haya. ¿De qué vamos a hablar?”, respondió Vázquez.

Luego de la Cumbre de Viena, en la que se realizó el encuentro entre la Unión Europea y América latina, la posibilidad de una reunión entre Kirchner y Tabaré aparece más que remota. Más aún luego de que distintos sondeos dieran cuenta de la caída de la imagen pública de Tabaré en el Uruguay. Por ello no resultó extraño que el mandatario uruguayo eligiera mostrar un perfil de rudeza.

“Los caminos para nosotros son: primero, que las plantas de celulosa se siguen construyendo donde se están construyendo y con la tecnología que se está utilizando. Segundo, vamos a transitar los caminos jurisdiccionales correspondientes. Esto es: el Tribunal de La Haya y todos los mecanismos establecidos en el Mercosur. Y no tenemos más nada que hablar”, afirmó.

Los sondeos que reflejaban el descenso de Tabaré en la consideración de la opinión pública fueron difundidos luego de la Cumbre de Viena. Entre las cuestiones que se le criticaban al mandatario uruguayo figuraba cierta debilidad en el manejo del conflicto con la Argentina. Lejos de ese perfil, el uruguayo calificó de “positivo” el resultado de las entrevistas y diálogos que mantuvo con varios jefes de Estado y de gobierno durante la cumbre que se celebró la semana pasada en Viena. “Se reconoció la actuación de Uruguay en el tema, y la responsabilidad y seriedad del país está bien considerada a nivel internacional”, aseguró Vázquez.

Durante su estadía en Austria, el presidente uruguayo se entrevistó con el secretario general de la ONU, Kofi Annan; con la presidenta de Finlandia, Tarja Jalonen; con el ministro de Asuntos Internacionales de Alemania, Frank Steinmeier; con el primer ministro de Grecia, Constantino Karamanlis, y con el presidente de Austria, Heinz Fischer. Además mantuvo conversaciones con el jefe del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero; con el de Paraguay, Nicanor Duarte, y con el representante de Política Exterior de la Comisión Europea, Javier Solanas.

La misma puerta que Tabaré entreabrió para negociar acuerdos comerciales bilaterales con los Estados Unidos, la utilizó para adelantar futuros acuerdos con la Unión Europea. “Nuestra política exterior en este momento, con respecto al comercio y a las inversiones, es intentar fortalecer el Mercosur y desde ahí relacionarnos. Pero así como está, el Mercosur no nos sirve. Entonces no renunciamos al derecho soberano que tiene Uruguay a negociar bilateralmente con países o con regiones, y así se lo plantearemos próximamente a nuestros socios”, dijo.

Vázquez también comentó que el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, le dijo durante una cena en la Cumbre de Viena que “si realmente no se logran acuerdos concretos entre la Unión Europea y el Mercosur, él está dispuesto a evaluar la posibilidad de que España y los países de la Unión Europea que lo quieran hacer comiencen un relacionamiento bilateral más próximo con Uruguay”. Contento con esa posibilidad, el presidente uruguayo señaló que “si esa situación se diera, Uruguay tendría una posición de privilegio para comenzar un diálogo en esa dirección. Me lo dijo expresamente”, insistió.