No habrá balcón; tampoco Cabildo. Néstor Kirchner finalmente hablará desde un escenario que se levantará de espaldas a la Casa Rosada, que también servirá para el despliegue de los números musicales. Así lo informaron ayer desde el Gobierno, develando una de las incógnitas de las celebraciones del 25 de Mayo. Ayer, tanto Hebe de Bonafini como Estela de Carlotto anunciaron que estarán en la plaza.

Antes de dirigirse a una concurrencia que, según los organizadores, llenará la plaza, Kirchner asistirá al Tedéum en la Catedral, lugar al que llegará caminando junto a sus ministros. Aunque oficialmente no se confirmó el mensaje presidencial, la intención de Kirchner es pronunciar su discurso luego de las 18, una vez finalizado el festival musical.

Gran parte de la logística del acto correrá por cuenta del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Según se acordó con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli –a cargo de la organización–, la administración de Jorge Telerman se ocupará de instalar baños químicos, proveer agua y disponer de ambulancias del SAME ante cualquier eventualidad.

En forma paralela a estas actividades, la Asociación Madres de Plaza de Mayo –que estará en la plaza alrededor de las 16– podría realizar una ronda simbólica a la histórica Pirámide, acto que –se especulaba– Kirchner podría presenciar. La titular de Madres, Hebe de Bonafini, es una de las que dirá presente. Por eso ayer salió a cuestionar duramente a quienes se oponen a la realización del acto. “¿Qué pretenden, que se represente Caperucita roja y el lobo para festejar? Es absurdo, parece que la palabra política es una mala palabra, aunque eso sí, la plaza es de todos y todos pueden pisarla, pero no todos tienen derecho a estar allí. Yo voy a señalar uno por uno a los fachos que se presenten ese día”, completó. Por su parte, la titular de Abuelas, Estela de Carlotto, quien también dirá presente, dijo ayer sin vueltas que “Kirchner merece la reelección”.

Las especulaciones de que la fotografía del acto devolverá una nutrida muestra de aparato político también dio pie al Gobierno para salir a la defensiva. Concretamente, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, aclaró que la concentración organizada para expresar respaldo a Kirchner no será financiada con fondos públicos y advirtió que quienes usen dinero del erario para ese fin irán “presos”. De hecho, la necesidad de acordar transporte público gratis para el día del acto –tal como anticipó Página/12– parece buscar acallar las sospechas de que para el 25 se financiará con dinero público el alquiler de micros y remises.