La Unión Europea solicitó al Banco Mundial que no postergue más la concesión del crédito a la empresa finlandesa Botnia para la construcción de la planta de celulosa en Fray Bentos. El pedido lo hizo el comisario de Comercio del bloque europeo, Peter Mandelson, en una carta que la presidencia de Uruguay se encargó de difundir ayer a través de su portal oficial. La solicitud de Mandelson también tuvo amplia repercusión en la prensa uruguaya.

El Banco Mundial tiene previsto conceder un crédito de 200 millones de dólares a Botnia, pero aún no libró esos fondos a la espera de que la empresa profundice el estudio del impacto ambiental que tendrá el emplazamiento de su planta a orillas del río Uruguay. La entidad frenó la entrega del préstamo después de las protestas argentinas sobre el daño ambiental que provocarán las papeleras en Fray Bentos y la falta de información al respecto.

Mandelson pidió al Banco Mundial “no posponer por más tiempo la decisión por la cual se concede un crédito a la empresa finlandesa Botnia para construir una planta de celulosa en Uruguay” y expresó la “preocupación” que causa en la Unión Europea esa “falta de decisión”, por cuanto afecta a una inversión europea en esta nación sudamericana. En su carta, el funcionario europeo lamentó “el conflicto existente” entre argentinos y uruguayos, “máxime cuando en territorio argentino existen varias plantas de producción de pasta de celulosa” y dijo confiar en que la entidad encuentre “una decisión rápida y atinada” desde el punto de vista financiero para resolver la situación.

En paralelo a la difusión de la solicitud de Mandelson, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, reveló que el primer ministro español, José Luis Rodríguez Zapatero, le dijo durante una cena en la Cumbre de Viena que “si no se logran realmente acuerdos concretos entre la Unión Europea y el Mercosur, él está dispuesto a evaluar la posibilidad de que España y los países de la Unión Europea que lo quieran hacer comiencen un relacionamiento bilateral más próximo con Uruguay”. Vázquez remarcó que “si esta situación se diera, Uruguay tendría una posición de privilegio para comenzar un diálogo en esa dirección” (ver nota principal).