El juez federal mendocino Walter Bento detuvo al teniente coronel Dardo Miño, que durante la dictadura actuó en el centro clandestino que funcionó en la Compañía de Comunicaciones de la capital mendocina. Miño, que lleva en sus espaldas varias denuncias por secuestro y torturas, fue detenido en Santa Fe y trasladado a los Tribunales Federales donde permanecerá hasta que sea resuelto su traslado.

Dardo Miño está acusado de haber cometido los delitos de privación ilegítima de la libertad, vejámenes, torturas y lesiones gravísimas. Entre las causas que lo comprometen, se destaca la del estudiante de medicina Martín Guidone, quien perdió un brazo tras una sesión de torturas y golpizas, también del escritor Angel Bustelo, el ex edil Roberto Vélez y Jerónimo Morgante, ex funcionario del gobernador justicialista Martínez Baca. Todos ellos pasaron por el centro que funcionó en la provincia dentro de la Compañía de Comunicaciones. Miño tenía por ese entonces el grado de teniente. Varios de los testigos que declararon en la causa que lleva el juez Bento “mencionaron repetidamente el nombre de Miño como quien los iba a buscar a la barraca para trasladarlos a la sala de tortura”.

El represor fue detenido en Santa Fe. Se negó a prestar declaraciones y quedó detenido a disposición del juez en Mendoza. Los primeros arrestos en esa provincia por delitos de lesa humanidad fueron protagonizados por el ex interventor coronel Tamer Yapur y el coronel Orlando Dopazo. Por su edad, ambos permanecen con arresto domiciliario.